SAN PARDO DE LARINO
Siglo VII d.C.
26 de mayo
Un grupo de expertos afirma
que san Pardo fue obispo de Larino (Campobasso, Italia) en Molise, considerándolo
el primero de la sede episcopal. Mientras que otro afirma que fue obispo
de una ciudad del Peloponeso en Grecia (Mira) del cual la leyenda cuenta,
que obligado a huir de su sede a causa de la persecución (quizás
derivada de la iconoclastia), se refugió en Roma junto al papa Gregorio
II.
El Pontífice le ofreció otra sede episcopal, pero
él la rechazó, deseando vivir en soledad y penitencia en un
eremo situado en Lucera (Foggia), donde vivió la santidad los últimos
años de su vida. Es necesario decir que en aquel tiempo había
una verdadera obsesión por parte de los fieles por tener en la propia
iglesia el cuerpo de un santo o un mártir al quién venerar;
por esto florecieron los hurtos o las apropiaciones más o menos violentas
de dichas reliquias, de otros centros que las poseían, y que los hagiógrafos
lo llaman “sacras rapiñas”.
Así los habitantes de Larino se hicieron con el cuerpo
de san Pardo en el siglo X y construyeron una iglesia dedicada a él,
que luego serí la catedral de la ciudad. Patrono de la ciudad y diócesis
de Larino. Tiene culto local.