PARROQUIA SAN GABRIEL ARCÁNGEL
México, D.F.









   Tacuba conserva algunos atractivos que dan fe de su importancia histórica; uno de ellos es la Parroquia y Ex Convento de San Gabriel Arcángel que comparte espacio con la estación del Metro Tacuba. Tres arcos de medio punto señalan la entrada al atrio empedrado y con pocos árboles. Ahora observa bien la portada del templo que luce espléndida por varios motivos: su arco quebrado en el acceso, enmarcado por pares de columnas dóricas estriadas; el friso ornamentado con relieves vegetales y en la parte superior, al centro, un excelente relieve en piedra enmarcado por pares de columnas corintias. Su única torre del campanario, de estilo barroco, muestra dos niveles. Una espaciosa nave te recibirá en el interior y tu mirada escapará inmediatamente al altar principal que presume un dorado retablo barroco salomónico que aloja 12 pinturas de santos y una virgen. Al centro se halla la figura de Cristo en la cruz y encima el Padre Eterno fuera de proporción.

   El templo cuenta con otra hermosa portada lateral que da a la avenida México–Tacuba con su arco quebrado de acceso, pero las pilastras que lo enmarcan se aprecian estriadas a base de líneas sinuosas, muy barrocas, igual que las del nicho superior. El ex convento conserva una parte de su antiguo claustro.

   Tlacopan era el nombre original del pueblo ribereño en el que desembocaba la calzada que lo conectaba con la Gran Tenochtitlán, al paso del tiempo, castellanizado su nombre pasó a ser Tacuba, y la calzada, siguió siendo la misma, la México Tacuba. En el sitio hubo cosas importantes, quizá el pasaje del salto de Alvarado y el episodio de la Noche Triste sea lo más conocido. Hacia allá nos dirigimos, tomamos el metro, nos bajamos en la estación Tacuba y, luego de cruzar el habitual laberinto de puestos callejeros vemos la luz, y más aun, vemos la torre de este que fuera el templo de un convento franciscano, el de San Gabriel Arcángel.

   Este templo fue construido originalmente en planta basilical, que son esos templos grandes con una arcada de cada lado y tres cuerpos en donde, el central es el pasillo, y los dos laterales es en donde se disponen las sillas. Diferente por completo al que más se usa, el llamado "cruz latina". Y sucedió que, comenzando el siglo XVIII, se decidió transformar el templo en función a la cantidad de gente que allí asistía y de su planta basilical, pasó a una planta de cruz latina que es lo que hoy día permanece.
 
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(Samuel Miranda)