BEATO PEDRO MARÍA FERRER MARÍN
1936 d.C.
29 de julio
Nació en Mataró,
1909. Después de una formación inicial y de actividades caritativas,
realizó sus estudios en Olot (1932) y en Tárrega (1934-1936).
Religioso profeso en 1935.
Buen religioso carmelita, obediente, observante, austero. Bondadoso y con
dominio de sí mismo, humilde, con gran fe y caridad. Persona de mucha
oración -Jesús era su amado-, penitente y apostólico.
Tenía especial devoción a la Sagrada Eucaristía y a
la Virgen del Carmen. Exigente consigo mismo, era condescendiente y servicial
con los otros. Muy caritativo, se interesaba por el bien integral de las
personas, tanto material como espiritual.
El P. Xiberta les recordó a él y a sus compañeros
en la exhortación previa a su profesión religiosa, que “en
aquellas circunstancias pedir la profesión equivalía a pedir
la corona del martirio”. Pero, Fray Pedro estaba dispuesto a morir por su
Amado y muchas veces dijo: “Si Dios me pide la vida de buen grado la daré.
No hay gloria más grande que dar la vida por Él”. Fue mártir
en el martirio colectivo de los carmelitas de Cervera. Tenía 27 años
y un año de vida religiosa.