SAN PIROOU
2 de julio
San Piroou y Athom, mártires
de Psariom. Vivieron en tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiano.
Se dice que sufrieron tres martirios sucesivos en tiempos de los gobernadores
Armenio de Alejandría, Arriano de Antinoe y Pompio de Pelusio. Habían
nacido en Tasempoti, en el Bajo Egipto, en el seno de una familia cristiana
y rica. Su padre era un sacerdote lleno del temor de Dios. Deseando morir
por Cristo, los dos hermanos se dirigieron a Pelusio, donde encontraron un
cortejo militar que transportaba el cuerpo del mártir abba Anoua para
arrojarlo al mar. Los dos hermanos corrompieron a los soldados y obtuvieron
el cuerpo del mártir para darle una digna sepultura en su pueblo natal.
Ocho meses después fueron a A lejandría y allí
sufrieron el "primer martirio" después de un rápido proceso.
Después los entregó al gobernador de Pelusio que les sometió
a un "segundo martirio". Tres de sus verdugos se convirtieron, junto con 40
soldados, y todos ellos sufrieron el martirio. Fueron sacados de la prisión
para conducirlos al lecho de una tal Morphiani, muerta durante el parto. Habiéndola
resucitado, quedaron en libertad y regresaron a Tasmpoti.
Pero Piroou y Athom ansiaban conquistar la corona dl martirio.
El "tercer martirio" fue muy breve. El gobernador los hizo decapitar el 2
de julio. Sarapamón, un hombre de confianza que les había acompañado,
recogió sus curpos y quiso llevarlos a Tasempoti, pero los camellos
que transportaban tan preciosas reliquias se detuvieron nada más dejar
la ciudad de Psariom y se negaron a caminar. Era una señal del cielo
y la voz de los mártires se dejó oír diciendo que debían
ser sepultados en aquel lugar.