Según Calvino, desde un principio, Dios estableció lo que cada uno iba a hacer en la vida, destinando algunos para la salvación eterna y otros para la condenación eterna, Jesús solamente murió por los elegidos.
De hecho, muchos seguidores de Calvino no tienen en cuenta sus enseñanzas, recordando aquellas palabras de Jesús: "Al que viene a mí, yo no lo echaré fuera" (Jn 6,36).
Su organización está compuesto por un consejo de ministros ordenados y laicos, y son los que dirigen esta agrupación religiosa.
Juan Knox (muere en 1572) fundó en Escocia el presbiterianismo, aceptando las posiciones calvinistas.