¿QUÉ ES EL MINISTERIO DE
MÚSICA?
Un ministerio de música
es aquel ministerio que por vocación y don de Dios ha recibido la
encomienda de adorarlo, alabarlo y anunciarlo a través de la voz,
de los instrumentos o de la composición. Es un servicio musical al
Altisimo y para provecho de los hermanos.
En el libro de las Crónicas leemos: "Estos son los
que puso David para dirigir el canto en la casa de Yavé, desde que
el Arca tuvo un lugar de reposo. Ejercían el ministerio de cantores
ante la Morada de la Tienda de Reunión, hasta que Salomón edificó
la Casa de Yavé en Jerusalén. Cumplían su servicio
conforme a su reglamento" (1 Crónicas 6,16-17).
Como podemos fijarnos en el texto bíblico anterior,
algunos de los israelitas eran escogidos y puestos para dirigir el canto con
el objetivo de adorar y alabar al Señor. Ante esto hay que decir que
el ministerio de música es una vocación, un llamado hecho por
Dios a algunos hermanos. Si comprendemos esto en toda su dimensión,
el dedicarnos a este ministerio nos lleva a tener una responsabilidad muy
grande ya que podemos fallar a Dios en ese llamado que Él nos hace,
ya sea por negación, por negligencia o por pereza.
Analizando también la cita bíblica podenos darnos
cuenta de que en el servicio que daban los israelitas en su ministerio de
música había un reglamento, es decir, no se hacía lo
que quería cada quien. Había normas que regulaban el servicio.
Así nosotros debemos procurar tener un reglamento, por ejemplo, el
reunirnos a ensayar o a practicar en horarios y días específicos;
realizar oraciones propias del ministerio de música, como encomendarnos
a Dios y a Santa Cecilia Patrona de la música; seguir las normas
litúrgicas para el desarrollo de nuestras actividades, etc. Los hermanos
que pretendan llevar su ministerio sin un reglamento o sin un estilo cristiano
de vida, que no se engañen, no están prestando un servicio
digno al Señor.
Los actos litúrgicos de nuestra Iglesia siempre deben
ir acompañados de la música adecuada. Así ocurría
en el Antiguo Testamento: "Luego los levitas trasladaron a hombros el Arca
de Yavé, llevando las varas sobre los hombros. David dijo a los jefes
de los levitas que dispusieran a sus hermanos, los cantores, con instrumentos
musicales, salterios y címbalos para que los hicieran resonar, con
voz de júblio" (1 Crónicas 15,16). Nuevamente vemos en la
Sagrada Escritura que a Dios le agrada que se le acompañe en el culto
con voz e instrumentos. Es aquí en donde interviene el ministerio
de música. Este ministerio debe estar congrado a Dios, debe
llevar un reglamento y debe servir en las celebraciones sagradas de la Iglesia.