Los "Demoley" ó "De
Molay" son jóvenes que se asocian para recibir una formación
en la masonería. La masonería es una exaltación de los
recursos de la mente humana, de la lógica humana y de una asociación
de fuerzas humanas en desconocimiento de las verdades esenciales del Evangelio,
a saber, la realidad del pecado, la necesidad de la gracia, la oferta de la
misericordia como don de la Cruz de Cristo, la efusión del Espíritu
que nos hace creaturas nuevas y que nos constituye como un cuerpo bajo el
ministerio de los sucesores de los apóstoles, en cuanto primeros testigos
y predicadores de este anuncio. Todo esto resulta omitido o expresamente negado
por la masonería.
Por supuesto, ellos no hhablarán de esta parte negativa sino que hablarán de los elementos que son potencialmente atractivos para un muchacho a esa edad, o sea, el tema de ser líder, y el bien que se puede conseguir ganando poder para influir en otros. A menos que el muchacho tenga una conciencia muy clara de lo que significa ser perdonado en el poder infinito de la Sangre de Cristo, y a menos que valore extraordinariamente lo que es el misterio de haber sido amado "por gracia" es muy fácil que el mensaje Demoley le resulte muy, muy atractivo.
¿Y de dónde sale ese término, Demoley o Demolay? Viene de un famoso caballero templario, Jacques DeMolay (1240-1314), que murió en la hoguera y del cual se ha escrito mucho. Los poderes eclesiásticos y monárquicos intervinieron para lograr la condenación de DeMolay, y por eso él se convirtió en un símbolo o bandera para los enemigos de la realeza y del papado, sobre todo por la maldición de DeMolay contra Felipe IV y contra el Papa Clemente V. Siglos después, por el año 1919, un masón, Frank Sherman Land fundó la Orden de DeMolay para fomentar en los jóvenes las virtudes del famoso templario. Por supuesto, junto con esas virtudes es de temer que los jóvenes adquieran también un rechazo entrañable a cualquier forma de poder en la Iglesia, y a la posibilidad de cualquier monarquía, con lo cual queda abierto el camino para el avance del poder masón.
Por supuesto, ellos no hhablarán de esta parte negativa sino que hablarán de los elementos que son potencialmente atractivos para un muchacho a esa edad, o sea, el tema de ser líder, y el bien que se puede conseguir ganando poder para influir en otros. A menos que el muchacho tenga una conciencia muy clara de lo que significa ser perdonado en el poder infinito de la Sangre de Cristo, y a menos que valore extraordinariamente lo que es el misterio de haber sido amado "por gracia" es muy fácil que el mensaje Demoley le resulte muy, muy atractivo.
¿Y de dónde sale ese término, Demoley o Demolay? Viene de un famoso caballero templario, Jacques DeMolay (1240-1314), que murió en la hoguera y del cual se ha escrito mucho. Los poderes eclesiásticos y monárquicos intervinieron para lograr la condenación de DeMolay, y por eso él se convirtió en un símbolo o bandera para los enemigos de la realeza y del papado, sobre todo por la maldición de DeMolay contra Felipe IV y contra el Papa Clemente V. Siglos después, por el año 1919, un masón, Frank Sherman Land fundó la Orden de DeMolay para fomentar en los jóvenes las virtudes del famoso templario. Por supuesto, junto con esas virtudes es de temer que los jóvenes adquieran también un rechazo entrañable a cualquier forma de poder en la Iglesia, y a la posibilidad de cualquier monarquía, con lo cual queda abierto el camino para el avance del poder masón.