BEATO RAMON EMILIANO HORTELANO GOMEZ
1938 d.C.
28 de julio
Ramón era natural de
Cuenca, donde había nacido el 8 de agosto 1908; en el hogar formado
por Tomás y Dominga, sus padres. Fue bautizado en la iglesia de Santiago
Apóstol de dicha ciudad, el día 16 del mismo mes y año.
Recibió el sacramento de la confirmación el 10 de julio de
1922, en templo de San Esteban de Cuenca.
Contrajo matrimonio con doña Rufina Ángeles Saiz
Abad, el 22 de agosto de 1936. Sus padres, cristianos, y cumplidores de los
mandamientos de Dios y de la Iglesia, educaron a los tres hijos que nacieron
en su hogar de acuerdo con los principios religiosos católicos. En
su infancia y en su adolescencia, Ramón fue obediente con sus padres
y fiel cumplidor de sus deberes. Era más reservado en casa que en
la calle; tímido en el trato con sus compañeros, pero amable
con todos.
Siguió los estudios de bachillerato y de magisterio.
Aunque no destacó en los primeros, ya que fue un estudiante corriente,
mejoró en los de la carrera de maestro y obtuvo uno de los primeros
números en las oposiciones. Era una persona bien formada y tenía
un fino sentido del humor, que exteriorizaba en el trato íntimo con
sus amigos. Era, de veras, un hombre muy virtuoso, callado, respetuoso, ecuánime,
trabajador, formal y serio; muy honrado en su proceder, pero con cierto gracejo
cuando se trataba de pasar el rato.
Vivió con gran espíritu de sacrificio y de entrega
la profesión de maestro, en la que demostró dotes pedagógicas
propias fuera de lo común, adelantándose a los sistemas de
enseñanza de su tiempo. A pesar de las circunstancias hostiles para
la práctica de la religión, cumplía como buen cristiano
y procuraba educar y formar a sus alumnos en los buenos principios. Fue muy
querido en todos los lugares en los que ejerció el magisterio.
Al ser llamada su quinta por el ejército rojo, fue movilizado
el 1 de marzo de 1938 y destinado a servicios auxiliares. Allí conoció
a Nemesio Cabria Andrés (H. Julián José), marista, y
desde los primeros momentos trabaron una íntima amistad por la afinidad
de sus sentimientos. A partir de entonces, ambos pasaron por las mismas vicisitudes.
El 23 de julio de 1938, nació el único hijo de Ramón.
Solicitó permiso para ir a su casa para conocerlo y visitar a su esposa.
Poco más de un día estuvo con ella y con su hijo recién
nacido. A su vuelta, el 28 de julio de 1938, unos milicianos lo mataron a
él y a su amigo Nemesio, cuando daban juntos su diario paseo. Ramón
fue asesinado, simplemente, por las sospechas de los milicianos de que era
religioso, dada su íntima amistad con el H. Julián José.