HISTORIA DE LA IGLESIA
EPOCA NUEVA
CUARTA PARTE: REFORMA Y CARIDAD
CAPITULO XV
REFORMA, CRUZADA, MISIONES
1.- Historia e Historiografía.
Una historia de las misiones separada de la historia de la Iglesia
no tendría por sí motivo de existir. La Iglesia es por su Naturaleza
misionera. No se puede escribir una historia de la Iglesia relegando casi
como un apéndice la historia de la evangelización.
De hecho se constituye una tradición historiográfica
de escritos dedicados a las .misiones.. Es una producción de carácter
apologético analítico con carácter edificante. El punto
de partida de esta tradición podemos verlo en Los Hechos de los Apóstoles,
y se continua esta línea con Historia mongolorum de Giovanni di Pian
del Carpine, para pasar al Cristianismo feliz en las misiones de los padres
de la Compañía de Jesús en el Paraguay de Ludovico Antonio
Muratori, publicada en el 1743. La mejor obra de esta tendencia es Genie
du Christianisme de Chateaubriand.
En el 800, paralelamente al resurgimiento misionero, aparecieron
algunos trabajos de historia de las misiones, como la de Henrion. La orientación
era analítica, como su tiempo había hecho Baronio, era apologético,
porque demostraba la verdad y las razones de la Iglesia Católica,
y tenía un carácter edificante. No había preocupación
crítica en el análisis de las noticias y en su colocación
en una época.
En el 900 se afirmó una exigencia histórico-crítica
con Streit, y Schmidlin. En Münster se abre una cátedra de Misionología,
gracias a la obra de Schmidlin. Invitó a :
-distinguir bien las fuentes (Archivos de la Santa Sede, de las comunidades
religiosas, de los Estados Coloniales, de la realidad de los países
de misión);
-insertar la historia de las misiones en la Misionología y en la historia
de la iglesia, aplicando a ella, al menos funcionalmente, la misma periodización
y, sobre todo, insertándola en el contexto general de la vida de la
iglesia, de la cual las misiones, constituyen la parte .periférica.
o el momento .expansivo., diferente para aquello .intensivo. propio de la
vida interna de la iglesia;
-entender el término y el concepto de .misión. en el sentido
estricto, comprendiendo en él, la actividad de la Iglesia cercana
al pueblo no cristiano;
-ocuparse, ya sea de la Iglesia que evangeliza, como de aquella que viene
evangelizada.
Tomaron algunos instrumentos válidos como la Biblioteca missionum,
la Bibliografía missionaria, la revista de historia de las misiones,
los Estudios católicos, el Pensamiento misionero. Importante las semanas
misionológicas de Lovaina (1923).
En los años 30 vienen publicadas diversas historias de las misiones
, como la de Goyau (1923), Deschamps (1931), Lesourd (1937), Latourette (1935-45),
Mulders (1948), también es importante Historia universal de las misiones
católicas, de Delacroix, con la aportación de varios autores.
Las obras más recientes, son los volúmenes en el centenario
de Propaganda, y la de Jean Comby, o la más sintética, de J.
López-Gay.
Actualmente, la historia de las misiones ocupa un puesto notable
en los volúmenes de historia de la Iglesia, como la obra de Fliche
Martín, la Nueva historia de la Iglesia, la Historia de la Iglesia,
dirigida por H. Jedin, y la reciente Historia del Cristianismo. Un primer
problema es el relativo al concepto mismo de misiones, sobre la cual hay
dos escuelas en oposición: Münster y Lovaina.
Para la primera, a través de Schmidlin, la misión
consiste en la <<la propagación entre los no cristianos de la
fe o del Reino de Dios, de la religión cristiana y de la Iglesia católica>>.
El padre jesuita Charles, y la escuela de Lovaina, la definen como <<plantatio
Ecclesiae>>.
El segundo problema es el nacimiento en el clima post-colonialista,
y se lleva a negar la legitimidad de las misiones, confundiéndola
con el colonialismo. Los defensores de esta interpretación, hablan
de etnocidio, del cual sería responsable las mismas misiones; también
para conocer las diversas posturas y matices pueden ser interesante las obras
de Panikkar, Dussel, R. Augeneau, y en parte W. Buhlmann.
2.- Importancia del periodo.
El año 1368, señala el final de la dinastía
mongola por obra de Ming. Tal llegada cerraba la esperanza de una conversión
de China y por tanto se cerraba la posibilidad de acercarse al mundo islámico.
Se terminaba, de esta manera, la idea de una expansión
de la Iglesia, a través de la cruzada, pero no cesaba la vitalidad
misionera. En 1492 comienza la fundación de la Cuarta Iglesia (la
nueva Iglesia hispanoamericana después de la judeocristiana, Grecorromana,
Romanobárbara).
Se afirma una conciencia más realista. Los latinos, hasta
ahora, estaban convencidos que el Oriente, hasta Etiopía e India,
sería cristiano, y los musulmanes serían muy pocos. Así
se pensaba que muchos pueblos habrían aceptado el Islam, sólo
exteriormente, pero íntimamente serían cristianos. Las misiones
cercanas a los musulmanes, estaban, por tanto, descuidadas, esperando reconducirlas
a la fe, y al pensamiento de los cristianos de Oriente. Esto explica el gran
impulso de unión que, llevando a los Orientales, a la comunión
con Roma, habría permitido la conversión de los musulmanes.
El periodo en cuestión es por tanto importante porque
señala la elongación de la perspectiva. Es el periodo de los
descubrimientos, pero tras ellos, viene colocado el descubrimiento por parte
de Europa, de un mundo más vasto, a la conquista del cual, los europeos
se dedicaron con gran pasión. En la base de este entusiasmo hay un
movimiento religioso, no genuino, sino con otras motivaciones.
3.- Las misiones en los siglos XIII-XIV.
La cristianización de Europa se concluye con la conversión
de Lituania. El príncipe Jaghellone en 1386 fue bautizado, recibiendo
la mano de la princesa heredera de Polonia, Edvige. Así se concluía
la misión intensa como .dilatatio imperii. e la difusión del
cristianismo por medio de la cruzada.
Una excepción podría ser la evangelización
de los Cumani. Eran paganos nómadas que estaban bajo la protección
de los húngaros. Los dominicos fueron mandados a evangelizarlos. En
1227 su duque fue bautizado y con él muchos súbditos. Gregorio
IX erige la diócesis de los Cumani inmediatamente , bajo la santa
Sede (1228).
Se afirmó una nueva conciencia. Francisco de Asís
había elegido una vía diferente a la cruzada. En 1219 había
buscado el encuentro directo con el sultán de Egipto Melekel-Kamil,
en Damiata. Inauguraba las misiones hechas con las armas de la predicación.
La primera experiencia de los franciscanos en Marruecos, se concluyó
trágicamente (1220), en cuanto que pensaban necesario atacar frontalmente
la doctrina de Mahoma. Fundamentalmente para fundar la concepción
de la misión como .partida. y .anuncio., es el capítulo 16
de la Regla.
Un hecho nuevo lleno de importancia fue el nacimiento impetuosos
del imperio mogol. En 1215 Gengis Khan había conquistado Khanbalik.
A su muerte el imperio fue dividido en varios canati, pero continuaba expandiéndose
por Occidente. En 1240 caía Kiev. En 1251, se fundó el reino
mogol de Orda de Oro en Rusia, y en 1280 Kubilay, donde reside por 17 años
Marco Polo, fundó la dinastía Yüan en China.
Fue en la época de la V cruzada (1217-1221) que se oye
hablar en Occidente de los Mogoles. En un primer tiempo se espero tenerlos
como aliados contra el Islam, también porque se decía que eran
cristianos. Cuando se tuvo conciencia del peligro, fue cuando se dieron cuenta
que los mogoles no respetaban los reinos cristianos, se intentó poner
remedio contra ellos. Por esto Inocencio V convocó el Concilio de
Lyon (1245) y decidió enviar una embajada. Giovanni di Pian del Carpine
en 1246 partió a la corte del Gran Khan.
A su vuelta, los franciscanos, trajeron noticias poco optimistas
sobre la posibilidad de la conversión de los jefes mogoles, que se
mostraban escépticos. Güyük había rechazado la conversión
y pretendía la sumisión del papa. Los franciscanos además
informaron al Occidente de la existencia de cristianos en el imperio, pero
que la mayoría eran paganos, y era necesario enviar misioneros.
Poco después Luis IX de Francia envió al franciscano
Guillermo de Rubruck al Khan del Orda de Oro, Sartaq, que se convirtió.
En los años 1253-55 los franciscanos llegaron hasta el trono del Gran
Khan Mongu, mostrando a Europa que al norte del mar Caspio existían
espacios inmensos.
Enviados del Khan Abaga fueron acogidos en el concilio de Lyon
II en 1274. Marco Polo en 1275 llegó a la corte de Kubilay en Khanbalik.
De retorno trasmitió al papa la invitación de mandar 100 hombres
instruidos, capaces de enseñar la fe cristiana. La esperada conversión
no llegaba. Kubilay se convirtió al Budismo. Ghazan de Persia pasó
al Islam (1295), como también Ozbag. Con esto, la esperanza de conversión
de los mogoles, se alejaba.
¿Cómo influye esto en el método misionero?.
En absoluto podemos decir que comenzaba una cierta centralización
romana. El envío de misioneros venía de los superiores, pero
por decisión de la Sede Apostólica. Frecuentemente fueron los
Legados a organizar el apostolado entre los paganos y los no católicos,
así muchas veces a los misioneros se les confería los poderes
de los legados como a Juan del Monte Corvino. Otras veces, el papa recibía
los ruegos de enviar misioneros y lo trasmitía a los superiores religiosos
y preguntaba por las relaciones.
El papado además se empeñó en la plantatio
Ecclesiae. Juan del Monte Corvino en Khanbalik, había fundado un convento
en el cual había admitido un cierto número de jóvenes
esclavos que él había comprado, y para los cuales había
compuesto un oficio litúrgico. Clemente V decidió alzarlo a
la dignidad de obispo y le envió seis obispos sufragáneos.
Sólo tres llegaron y los consagraron. Dos obispos le sucedieron en
Zayton. Otros tres fueron enviados a China.
En 1318, Juan XXII, había creado una nueva provincia
eclesiástica en Persia, con Sultanieh, como metrópoli y seis
sufragáneas., de las cuales cuatro en Anatolia y Azerbayan, una en
Sebastopol, y una en Smirna. En 1329, se crea la sede episcopal de Tiblisi,
y después la diócesis de Samarcanda. Giordano Catala, viajando
hacia China, se paró en la India, donde se erigió el episcopado
de Quilon. En 1362 por un franciscano fue creada la diócesis de Sarai.
En segundo lugar se confería una especie de mandato a
las órdenes mendicantes. Es sintomática la decisión
de los Cistercienses en 1245, de orar por los misioneros recitando 7 salmos,
por los Dominicos y Franciscanos que el papa habría enviado a los
países lejanos. Naturalmente los mendicantes se empeñaron en
desarrollar el método misionero.
Umberto de Romans (1220-1277), maestro general de los dominicos (1254-63)
incrementó las misiones, pero también elaboró un método.
Escribiendo diversas obras:
-De praedicatione crucis contra Sarracenos (1266), destinada a los predicadores
que estaban en las tierras del Islam. Deseaba conocer el Corán y los
lugares en los cuales los misioneros estarían (geografía, historia).
-Opus tripartitum compuesto en la inminencia del concilio de Lyon II, para
explicar la acción de la Iglesia contra los Sarracenos, el cisma griego
y la reforma de la Iglesia. En ella el autor defendía el ideal de
la cruzada.
-En una carta circular (1255) quiere que los dominicos, encargados de una
misión, fuesen mandados a los países próximos a la misma
para aprender las lenguas. Una contribución importante fue de Sto.
Tomás. Diversas obras suyas tendrían un desarrollo misionero,
como Summa contra Gentiles, y Contra errores Graecorum.
El dominico Guillermo de Trípoli propone que los misioneros:
· debían aprender las lenguas;
· negarían la fuerza;
· evitarían las controversias públicas;
· no se expondrían al martirio con provocaciones gratuitas;
· conocerían el Corán.
Otro dominico Ricoldo del Monte Cruz (1320), redacta una especie de manual
para los misioneros, completado por algunas reglas como:
· que los misioneros conocieran bien todas las escrituras, y
no utilizarían las antologías;
· que no predicarían con ayuda de intérpretes;
· que no condenarían los ritos orientales.
Un puesto especial merece también Raimundo Lullo (1235-1316), poeta
cortesano, convertido, que había madurado en su corazón tres
proposiciones:
· intentar convertir a los musulmanes, también a riesgo
del martirio;
· escribir un libro contra los errores de los infieles;
· inducir a los papas y los reyes a fundar monasterios para
el estudio de las lenguas.
Interpretaba los estudios de latín, árabe, filosofía,
teología y ciencia. En 1274 tiene una iluminación sobre el
método más adecuado para convencer a los musulmanes, en 1276
fundó el monasterio de Miramar, para la enseñanza de las lenguas
orientales. Afirmó que la cruzada era condenada por Dios. El
uso de la fuerza lo admitía sólo para tutelar la libertad de
palabra y de anuncio. La conversión no podía ser impuesta,
debía ser libre. En el Concilio de Vienne (1311-1312), obtiene la
institución de 5 colegios de lengua cercano a la Curia Romana, en
París, Bolonia, Oxford y Salamanca. Lullo esperaba convencer a los
musulmanes con diálogo tolerante y distendido.
Un serio obstáculo para la eficacia de las misiones podía
se algunas normas de las reglas. Los artículos sobre la pobreza eran
una ventaja y una desventaja. Los misioneros provenientes de las órdenes
religiosas por un lado no estaban ligados al beneficio, a réditos,
no buscaban ventajas personales. Pero para afrontar las enormes distancias
debían de llevar una gran cantidad de dinero. El hábito del
religioso era un signo para los países de la Cristiandad. Podía
crear obstáculos fuera de los espacios de Occidente, sobre todo si
los misioneros ostentaban cruces, tonsura o otras cosas. Era mejor que los
misioneros se mimetizasen en las caravanas como los comerciantes.
Era necesario constituir grupos dúctiles, que tuvieran
todos los poderes, sin tener que recurrir a los superiores alejados. En 1304,
cercano a los Dominicos, se hace mención por primera vez de la Societas
Fratrum Peregrinantium propter Christum inter Gentes, que recibe un estatuto
jurídico en 1313.
Esta sociedad tenía un vicario general, que dependía
directamente del maestro de la Orden, nombraba y destituía los vicarios
locales, reclutaba los hermanos, los dispensaba. Las casa se dividían
por naciones, los estudios se hacían en la provincia de Roma y en
las Dos Lombardías. La actividad de los hermanos comprendía
la asistencia a los católicos latinos y el apostolado entre los no
católicos.
Una sociedad análoga aparece en los documentos de los
franciscanos en 1398. La función de la sociedad era la predicación
a los infieles, la .redemptio captivorum. y la actividad unionística
cercana a los no católicos.
Desde el punto de vista misionero los franciscanos estaban reagrupados en
seis vicariatos: Tartaria Aquilonaris, Tartaria Orientis, Catai, Marruecos,
Bosnia y Rusia.
4.- Las misiones en el siglo XV (1404-1492).
En 1404 el Libellus de notitia orbis de Juan III, obispo de
Sultanieh, reconocía la presencia de cristianos en el inmenso espacio
de Asia.
Las dificultades de las misiones eran graves:
1) Faltaba personal después de la peste negra.
2) Se pretendía .latinizar. el oriente cristiano.
3) La cruzada habían fallado. Sin el apoyo del Estado no se
percibía como habría podido ser relanzada la expansión
misionera.
Se perfilaban tres factores nuevos:
1) La expansión del Islam Turco.
2) Finalizaba la cristiandad.
3) Se abría la vía del Atlántico.
El Islam después de un ímpetu inicial, que lo
llevó hasta Poitiers (732) se había retirado más allá
de los Pirineos, y había comenzado un época de relativa tolerancia.
Ahora el componente árabe beréber, se sustituía por
el turco. Este había provocado la caída del .Imperio del medio.,
que había llevado a la ruina a la iglesias católicas, ortodoxas
y nestorianas.
Se había determinado un nuevo impulso del Islam en dos
direcciones: hacia el Noroeste, con la conquista de Constantinopla y de los
Balcanes, resistía el bastión Húngaro y en parte Bosnia;
hacia el Sudoeste, los turcos entraron en Alejandría de Egipto y después
en Trípoli.
Resistieron algunas comunidades misioneras en Oriente, pero
poco significativas, como La Custodia de Tierra Santa y algún monasterio,
hospital o Iglesia cristiana (Líbano, Armenia). Esto explica la renovación
del movimiento unionista de Oriente para no ser eliminado por la medialuna.
La penetración turca en África anulaba el sueño
europeo que quería conseguir el Papa. Occidente a su vez no se reconoció
más en la cristiandad. La idea de Imperio había caído
y se sustituye por nación. El último intento fue la batalla
de Nicopoli (1396). El fracaso del congreso de Mantua (1459-60), convocado
por Pío II hizo comprender que cada nación pretendía
actuar según sus propios intereses. En el fondo esto explica también
el replegameinto del papado en una política italiana, con una lógica
no universalista sino de estado entre los estados, con alianzas, guerras,
luchas dinásticas. Y no sólo esto, sino que el deseo concreto
de cada Iglesia, le llevaba a actuar en este mismo sentido. Esto nos permite
comprender el número de pragmáticas y concordatos y, en el
siglo siguiente, el abandono de la Una Sancta, de muchas iglesias, plegadas
por la razón de estado.
Si se cerraba la vía hacia el Este, si los estados de
Europa entraron en una lógica nacionalista, al mismo tiempo se abría
la vía del Atlántico, por obra de dos estados que hasta ahora
habían estado en los extremos: Portugal y España. Se iniciaba
por tanto la contraofensiva de la cristiandad hacia Asia, bordeando el obstáculo,
representado por la conquista turca, en dos direcciones: hacia el Sur, con
la circunnavegación de África, por los portugueses, y hacia
Occidente, por los españoles. Este impulso vino determinado por:
· la necesidad de especias solicitadas;
· la necesidad de oro, para comprar los productos de Oriente;
· la necesidad de mano de obra, sobre todo por parte de Portugal que
estaba poco poblada;
· los progresos de la navegación;
· la voluntad de contrarrestar el comercio de los moros que eran los
adversarios;
· en el fondo estaba siempre el objetivo de alcanzar los lugares santos,
pasando por el Occidente.
Desde el punto de vista de la evangelización había
elementos nuevos que se perfilaban. Se pensaba que el fin del mundo era inminente.
Colón en 1501 lo preveía para 1656; para esta fecha se debía
haber terminado la conversión de los paganos, de los judíos
y la conquista de Jerusalén. Por esto se veía la necesidad
de bautizar al mayor número de paganos. Las misiones se produjeron
al ritmo de los descubrimientos. Estamos en el momento en que Europa entra
en contacto con nuevas tierras y culturas. Con nuevas poblaciones y modos
de vivir. Se establecía un doble conocimiento en el cual los agentes
no eran ciertamente lo mejor de la cristiandad, pero actuaban como exponentes
de la cristiandad.
La Santa sede favoreció estos descubrimientos. Con 69
bulas entre 1415 y 1500 los papas concedieron la facultad de conquistar tierras
y posesiones de los Sarracenos, paganos e infieles, de ejercer el comercio,
con el compromiso de que contribuyese a la evangelización. Un instrumento
de esta acción fue la Militia Christi, una orden eclesiástica
mitad religiosa y mitad secular, a la que se le conferirá la jurisdicción
sobre los territorios conquistados hasta 1511. En esta fecha la jurisdicción
se transferirá completamente al estado. De hecho Portugal se limitó
a conquistar zonas costeras limitadas, en las que el interés prevaleciente
era el comercio de la pimienta, del marfil, del oro y de los esclavos. La
misión, en vez de seguir el ejemplo de la experiencia mogola, volvía
al concepto ambiguo de cruzada. José de Acosta en 1589, retomaba el
apoyo de carácter militar, como característica de la nueva
evangelización, después de la apostólica y medieval.
A nivel teológico y cultural se consideraron con mayor
claridad algunos temas en el siglo XV. El primero se refiere a la salvación
de los infieles. Los seguidores de Sto. Tomás repiten, siguiendo a
su maestro, que la condenación no es para todos los Sarracenos. San
Bernardino afirmaba que la fe implícita abre el camino a la verdad
de fe, necesaria para la salvación. Gerson y d.Ailly escribían
que también los paganos, se podían salvar, bastaba que creyeran
en un Dios remunerador y vivieran según las virtudes naturales.
El segundo tema se refería a la tolerancia. El método
de la orden teutónica fue ásperamente criticado en Costanza.
El rector de la Universidad de Cracovia pretendía la tolerancia con
los hebreos, musulmanes, heréticos y paganos.
El tercer tema se refería a lo que podemos llamar el
diálogo interreligioso. Según Nicolás de Cusa, Mahoma,
fue un profeta suscitado por Dios, dado que la pedagogía divina actúa
gradualmente. Prefiguraba una especie de Parlamento de las religiones en
el cual cada fe habría podido ser escuchada; pero incluso en esto
inevitablemente sería la victoria para el cristianismo. Sin llegar
a esta tesis, es significativo el mejor conocimiento del mundo islámico
debido a las nuevas sedes universitarias. Todavía para comprometer
más este clima fue por una parte la afirmación del Islam otomano,
y por otra, la acentuación del carácter católico de
España, cuyo rey expulsó a los hebreos, que se refugiaron en
Polonia y en el Estado Pontificio, y conquistó Granada.
El Humanismo trajo una novedad importante, el otro, el extranjero,
el adversario, el distinto, ya no es el musulmán, sino el negro y
después el asiático. La nueva contraposición no será
tanto entre fiel-infiel, sino entre culto y bárbaro. Naturalmente
la cultura era la europea, el modo de vida aceptable era el de los países
occidentales. Se entiende por tanto que no se sintiese por parte de los misioneros
europeos la necesidad de inculturarse, y como los modos de vida de otras
latitudes vinieron juzgados bárbaros. Esto explica como la primera
vez que se usa el término bárbaro para los infieles, fue en
un documento de Pío II, el primer papa humanista.
5.- El primer reino cristiano de África: el Congo.
Al comienzo de Agosto de 1483 Diogo Câo desembarca en
la desembocadura del río Zaire, que llamó río Poderoso.
Iniciaba la primera evangelización de aquel reino. En 1490 partía
la primera expedición misional.
Con el rey Afonso (1506-43), se produce el verdadero apostolado.
Leía la Sagrada Escritura, predicaba, oraba. Coherente con la nueva
fe hacía quemar a los ídolos y a los idolatras. Su fe fue duramente
probada. Un sacerdote trató de matarlo. Los portugueses no le ahorraron
humillaciones. El rey de Portugal estaba particularmente interesado en los
esclavos, el cobre y el marfil. Fue desolador el panorama de los evangelizadores,
muchos de ellos sólo fueron a África para enriquecerse y vivir
de manera desbocada. Para superar este obstáculo el rey Afonso mandó
a Portugal a un grupo de jóvenes para que se preparasen al sacerdocio.
Entre ellos estaba su hijo Enrique, para el que quería la erección
de una diócesis en el Congo. Pero la Santa Sede, bajo la presión
de Portugal, no lo concede, limitándose, después de haber erigido
la diócesis de Funchal (Madeira), a elevarlo al cargo episcopal, pero
sólo como auxiliar. En 1534 se creó la diócesis de Santo
Tomé, lo que entristeció al rey del Congo. Enrique muere seguido
poco después por su padre. En 1596 se erigió la diócesis
de San Salvador, sufragánea de Lisboa. Las misiones no obstante no
consiguieron desarrollarse por varias razones:
1- Faltaban los misioneros, siendo pocos en número y en calidad.
2- El patronato, los conflictos entre las potencia europeas hicieron
inestable la situación. Letales fueron las malas costumbres de los
blancos.
3- Los misioneros no estaban preparados: no conocían el país,
el clima la geografía, las condiciones higiénico ambientales.
No tenían nociones de la problemática de la inculturación,
lo cual es explicable. Mucho menos se esforzaban en intentar comprender la
situación peculiar en la cual eran .mandados.. Muchos se limitaban
a aprender el portugués confesando y predicando por medio de interprete.
Actuaban con un celo ciego a la par de su entusiasmo. Eran grandes bautizadores
y destructores feroces de todo lo que sabía a idolatría.
4- Entre 1483 y 1835 no se abrió ningún seminario. Se
formaron excelentes catequistas pero no se tiene el coraje de ir más
allá. Mejor un mal cura blanco que un buen cura de color. Estas son
las razones del fracaso de la primera evangelización del Congo.