RITOS PARA ATENCIÓN DE LOS ENFERMOS
ATENCIÓN DE LOS ENFERMOS.
SAGRADA COMUNIÓN
Ritos iniciales:
- La paz del Señor este con vosotros/contigo.
R: Y con tu Espíritu.
(Colocando el Santísimo Sacramento sobre el corporal, lo adora diciendo:)
- Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar.
R: Sea por siempre bendito y alabado.
(Rocía al enfermo y la habitación con agua bendita, diciendo:)
- Que esta agua nos recuerde nuestro Bautismo y a Cristo que por nosotros
y por nuestra salvación muró y resucito.
Acto penitencial.
- Hermanos: para participar con fruto en esta celebración, comencemos
por reconocer nuestros pecados:
(Pausa).
Yo confieso...
(Sigue la absolución del sacerdote:)
- Dios, Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados
y nos lleve a la Vida Eterna.
R: Amén.
-----------------------------------------------------
Indulgencia plenaria.
- Yo, por la autoridad recibida de la Sede Apostólica, te concedo
la indulgencia plenaria y el perdón de todos tus pecados, En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
------------------------------------------------------
Liturgia de la Palabra
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna,
dice el Señor, y yo lo resucitare en el ultimo día. Porque
mi carne es verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. (Jn. 6, 54-55)
Palabra de Dios.
Permaneced en mi, como yo permanezco en vosotros, así
como el sarmiento no puede dar fruto sino permanece en la vid, tampoco vosotros
sino permanecéis en mi. (Jn. 15, 4)
Palabra de Dios.
Padre nuestro.
- Y ahora todos juntos invoquemos a Dios con la oración que el mismo
Cristo nos enseñó: Padre nuestro...
(El sacerdote muestra la sagrada forma diciendo:)
- Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, felices los
invitados al banquete Celestial.
R: Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero
una palabra tuya bastará para salvarme.
- Cuerpo de Cristo.
R: Amén.
Rito de conclusión.
- Oremos:
Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, te suplicamos
con fe viva que el Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
nuestro hermano/a acaba de recibir, le conceda la salud corporal y la salvación
eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
- La bendición de Dios Todopoderoso: Padre +, Hijo y Espíritu
Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.
R: Amén.
RITO CONJUNTO DE LA PENITENCIA, UNCIÓN Y VIÁTICO
- En el nombre del Padre y del Hijo...
- La paz del Señor este con vosotros.
R: Y con tu espíritu.
Sacramento de la penitencia.
- Siempre ofendemos a Dios y necesitamos de su perdón; recordemos
ahora nuestras faltas y manifestemos nuestro arrepentimiento.
(Una pausa de silencio)
Yo confieso ante Dios...
- Señor tú que nos conseguiste la salvación por medio
de tu sacrificio pascual, ten piedad de nosotros.
R: Señor ten piedad de nosotros.
- Cristo, tú que sufriste en la cruz por nosotros, ten piedad de nosotros.
R: Cristo ten piedad de nosotros.
- Señor, tu que eres nuestro consuelo y nuestra esperanza, ten piedad
de nosotros.
R: Señor ten piedad de nosotros.
Ahora el sacerdote sugiere al enfermo hacer la confesión de sus pecados,
invitando a los demás a retirarse. Dará la absolución
sacramental diciendo:
DIOS PADRE MISERICORDIOSO, QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DE SU
HIJO, RECONCILIÓ CONSIGO AL MUNDO Y DERRAMÓ EL ESPÍRITU
SANTO PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOS, TE CONCEDA POR EL MINISTERIO
DE LA IGLESIA EL PERDÓN Y LA PAZ.
Y YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU
SANTO. AMÉN
Si no diera la absolución sacramental:
- El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
R: Amén.
Bendición papal.
Yo, por la autoridad recibida de la Sede Apostólica,
te concedo la indulgencia plenaria y el perdón de todos tus pecados,
en el nombre del Padre +, del Hijo y del Espíritu Santo.
R: Amén
Profesión de fe bautismal.
- ¿Crees en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra?
R: Sí, creo.
- ¿Crees en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que nació de la Virgen María, padeció y fue sepultado,
resucito de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
R: Sí, creo.
- ¿Crees en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos , el perdón de los pecados, a resurrección
de la carne y la vida eterna?
R: Sí, creo
Letanía.
Hermanos oremos por nuestro/a hermano/a N. e invoquemos
al Señor que ahora lo/a fortalecerá con sus sacramentos: A
cada intención respondemos: Te rogamos, óyenos
- Para que Dios Padre contemple en nuestro/a hermano/a enfermo/a la faz de
su Hijo sufriente, roguemos al Señor.
- Para que lo/a afiance y lo/a conserve en su amor, roguemos al Señor.
- Para que le conceda su fuerza y su paz, roguemos al Señor.
En casos de urgencia se puede dar el sacramento de la confirmación.
El sacerdote impone las manos sobre el enfermo diciendo:
DIOS TODOPODEROSO PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE HICISTE RENACER
POR MEDIO DEL AGUA Y DEL ESPÍRITU SANTO, LIBRÁNDOLO DEL PECADO:
ENVÍA SOBRE ÉL EL ESPÍRITU SANTO PARÁCLITO, CONCÉDELE
EL ESPÍRITU DE SABIDURÍA Y DE ENTENDIMIENTO, EL ESPÍRITU
DE CONSEJO Y DE FORTALEZA, ESPÍRITU DE CIENCIA Y PIEDAD; Y CÓLMALO
CON EL ESPÍRITU DE TU SANTO TEMOR. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
R: AMÉN
Moja el dedo pulgar en el crisma y traza el signo de la cruz en la frente,
mientras dice:
N., RECIBE POR ESTA SEÑAL EL DON DEL ESPÍRITU SANTO.
R: Amén
Sagrada Unción.
El sacerdote impone las manos sobre la cabeza del enfermo
sin decir nada; pero se omite cuando ya ha sido administrado el sacramento
de la confirmación.
Si ha de bendecir el óleo procede de la siguiente manera:
-Bendice + Señor, este aceite
y a tu hijo enfermo N. que va a ser ungido.
Inmediatamente el sacerdote toma el Óleo sagrado, y unge al enfermo
en la frente y en las manos diciendo una sola vez:
POR ESTA SANTA UNCIÓN
Y POR TU BONDADOSA MISERICORDIA
TE AYUDE EL SEÑOR
CON LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO.
R: Amén.
PARA QUE, LIBRE DE TUS PECADOS
TE CONCEDA LA SALVACIÓN
Y TE CONFORTE EN LA ENFERMEDAD.
R: Amén.
Luego el sacerdote, con estas u otras palabras, introduce la recitación
del Padre nuestro:
- Ahora, hermanos, oremos juntos a Dios nuestro Padre con la oración
que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó: Padre nuestro
...
Viático
El sacerdote mostrando al enfermo el Santísimo Sacramento, dice:
- Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Felices los
invitados al banquete celestial.
R: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra
tuya bastará para sanarme.
- El cuerpo de Cristo.
R: Amén.
Después de darle la comunión, el sacerdote añade:
Que el mismo Señor te proteja y te lleve a la vida eterna.
Rito de conclusión.
- Señor, cuyo Hijo es para nosotros el camino, la Verdad y la Vida,
mira con bondad a tu servidor/a N. que, confiando en tus promesas y renovado
con el cuerpo de tu Hijo, te pide la gracia de llegar en paz a tu Reino.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
- La bendición de Dios todopoderoso, del Padre +, del Hijo y del Espíritu
Santo descienda sobre vosotros.
R: Amén.
PLEGARIA POR UN DIFUNTO (en casa o en el cementerio)
Entrada
V: La paz del Señor este con vosotros.
R: Y con tu espíritu
Reunidos aquí para encomendar al Señor el
alma de nuestro hermano N., hagamos un acto de fe en el amor infinito de
Dios para con nosotros. Digámosle con toda confianza aquello del apóstol:
"Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo: padre entrañable
y Dios de todo consuelo, que nos conforta en nuestras adversidades" (2Cor
1,3-4); y confiémosle el alma de nuestro hermano con la esperanza
segura de nuestra resurrección.
Arrepentidos de nuestras culpas, imploremos la misericordia
divina y digamos:
V: Señor, ten piedad.
R: Señor, ten piedad.
V: Cristo, ten piedad.
R: Cristo, ten piedad.
V: Señor, ten piedad.
R: Señor, ten piedad.
- Oremos: Escucha en tu bondad, Señor, nuestras
súplicas, ahora que imploramos tu misericordia por tu siervo N. a
quien has llamado de este mundo. Dígnate llevarlo al lugar de la luz
y de la paz, para que tenga parte en la asamblea de tus Santos. Por Jesucristo
nuestro Señor.
R: Amén.
Liturgia de la palabra
V: El Señor este con vosotros.
R: Y con tu espíritu.
+ Lectura del Santo Evangelio Según San Juan
(Jn 11,21-27).
En aquel tiempo, dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado
aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé
que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá". Jesús
le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Sé
que resucitará en la resurrección del último día".
Jesús le dijo: " Yo soy la resurrección y la Vida: el que cree
en mi, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree
en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?". Ella le contesto:
"Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías el
Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".
Palabra del Señor.
Preces
Hermanos: invoquemos con confianza a Dios Padre omnipotente
que resucitó a Jesús, su Hijo, de entre los muertos. Invoquémosle
por los difuntos y los vivientes.
A cada intención respondemos: Te lo pedimos Señor
- Por la Santa Iglesia: que anuncie a todos los pueblos la buena nueva de
la resurrección venidera. Oremos...
- Por todos nuestros hermanos difuntos, que murieron en la esperanza de la
resurrección. Oremos...
- Por nuestro hermano difunto N.: ... . Oremos ... .
- Que contemple cara a cara a su Redentor y, viviendo eternamente en su presencia,
goce para siempre de la luz de la verdad. Oremos...
- Que llamado y conducido por el Buen Pastor, Él le acompañe
siempre y en todo lugar, y comparta con todos los Santos el gozo del Reino
de la Vida y de la paz. Oremos...
- Que al final de los tiempos, resucite lleno de gloria y de inmortalidad.
Oremos...
- Por todos nosotros, que nos hemos reunido aquí: para que otro día
Dios nos reúna también en su reino glorioso. Oremos...
Terminemos rezando la oración que el mismo señor nos enseñó
como modelo de toda oración: Padre nuestro...
Oración final
- Oremos: En tus manos, Padre de bondad, encomendamos el
alma de nuestro hermano N.; nos sostiene la esperanza de que resucitará
con Cristo en el último día, con todos los que con Cristo han
muerto.
Escucha, Señor, nuestra plegaria: que nuestro hermano descanse ya
en el paraíso. Y haz que nosotros los que aún permanecemos
en este mundo nos consolemos mutuamente con palabras de fe, hasta que salgamos
al encuentro de Cristo, y así, con nuestro hermano, gocemos de su
presencia. Por Jesucristo nuestro Señor.
R: Amén.
V: Dale, Señor, el descanso eterno.
R: Y brille para él la luz que no tiene fin
V: Descanse en paz.
R: Amén.