RAFAEL SANZIO
La Coronación de la Virgen
La coronación de la Virgen (Retablo Oddi)
(Pala Oddi)
Rafael Sanzio, 1502-1503
Pintura al óleo • Renacimiento
267 cm × 163 cm
Museos Vaticanos
El Retablo Oddi (en italiano,
Pala Oddi) es una es una pintura del artista del Alto Renacimiento italiano
Rafael Sanzio, que data de 1502-1504. La obra es conocida también
como la Coronación de la Virgen (Incoronazione della Vergine), que
es su tema principal. Es un óleo sobre lienzo con unas dimensiones
de 267 centímetros de alto y 163 cm de ancho. Se conserva en la Pinacoteca
Vaticana, dentro de los Museos Vaticanos de la Ciudad del Vaticano.
El cuadro fue un encargo de Leandra Baglioni para su propia
capilla funeraria en la iglesia de San Francesco al Prato en Perugia, estuvo
en esa iglesia hasta el año 1797 cuando fue requisado por los franceses
y llevado a París donde se transportó de la tabla a la tela.
En el año 1815 fue devuelto a Italia y entró a formar parte
de la Pinacoteca Vaticana por orden del papa Pío VII (1800-1823).
La Coronación de la Virgen muestra una división
en dos partes: la sección superior muestra a la Virgen siendo coronada
por Jesucristo, mientras que a su alrededor tocan los ángeles músicos;
la sección inferior muestra al público, un sarcófago
con flores rojas y blancas que suplantan al cuerpo de la Virgen. En torno
a la tumba están los apóstoles, mirando hacia arriba con devoción.
Entre ellos se distingue, en el centro, la figura de Tomás, que tiene
en sus manos el cinturón rojo de la Virgen que ésta le ha dejado
como regalo. Según el texto apócrifo El tránsito de
María (narraciones del Seudo-José de Arimatea), atribuido a
José de Arimatea, pero que se conserva en una versión latina
medieval de una obra griega del siglo IV, Tomás fue el único
testigo de la Asunción de María al cielo. Los otros apóstoles
fueron milagrosamente transportados a Jerusalén para presenciar su
muerte.
Tomás quedó en la India, pero después del
entierro de la Virgen, fue transportado a la tumba de María, donde
fue testigo de su asunción en cuerpo y alma al cielo, desde el que
la Virgen dejó caer su cinturón. En una historia inversa a
la de las dudas de Tomás, los otros apóstoles se muestran escépticos
sobre la historia que éste les cuenta hasta que ven el sepulcro vacío
y el cinturón. La Leyenda Dorada da otra versión de los hechos:
son el resto de los apóstoles quienes ven el tránsito de María
y Tomás quien, por estar en la India, no ve el hecho, de manera que
son los otros los que deben mostrarle el cinturón como prueba de lo
que han presenciado. Tomás recibiendo el cinturón en una imagen
representada habitualmente en el arte de la Edad Media, y así puede
verse en la escultura gótica española, como el tímpano
de la Catedral de Vitoria) y en la pintura renacentista pre-tridentina.
Los dos planos, el celestial y el terrenal, quedan separados
por una fina línea de nubes blancas. La tabla, según estudios
radiográficos y reflectográficos, se debió realizar
en dos fases. En la primera entre finales de 1502 y principios de 1503 se
ejecutó la mitad superior, a la que corresponde la Coronación
propiamente dicha. Esta zona superior muestra a las figuras con un aspecto
más convencional y cercano a la manera de Pietro Perugino.
En 1504 se llevaría a cabo la reunión de los apóstoles
en torno al sarcófago abierto y florecido. Los apóstoles de
la mitad terrenal adoptan un mayor dinamismo y variedad gestual que parte
de la crítica atribuye a la influencia de Masaccio tras un viaje de
Rafael a Florencia en el que pudo visitar la capilla Brancacci en la iglesia
de Santa María del Carmen.