BEATA SALOMÉ DE NIELDERALTAICH
Siglo XI d.C.
29 de junio
Su vida está envuelta
en la leyenda. Se dice que Salomé fue una princesa anglosajona, exiliada
de su país natal, de regreso de una peregrinación a Jerusalén,
se quedó ciega en las cercanías de Regensburg y después
de caerse en el Danubio cogió la lepra y por ello tuvo que mendigar.
El abad de Niederaltaich la acogió en el monasterio y,
según la voluntad de ella, la hizo emparedar en una celda que daba
al coro de la iglesia monacal. En el mismo monasterio, ayudada por una prima,
viuda devota de origen bávara de nombre Judit; ambas se hicieron anacoretas
bajo la obediencia de la abadía benedictina de Niederaltaich. Salomé
murió antes que Judit, después de soportar grandes sufrimientos
físicos.