BEATO SALVADOR LILLO
  1895 d.C.
  22 de noviembre
 
  
 
  
    
   Salvatore Lilli nació
 en Capadocia, provincia italiana de Aquila, el 19 de junio de 1853. En 1870
 entró en la Orden franciscana. En 1873 tuvo que proseguir los estudios
 en Tierra Santa, pues el Gobierno italiano había suprimido las Órdenes
 religiosas. Recibió la ordenación sacerdotal en Jerusalén,
 el 16 de abril de 1878.
  
     En 1880 fue enviado a Marasc, misión de Armenia Menor
 (Turquía), comprendida en la Custodia franciscana de Tierra Santa
que abarca Egipto, Israel, Jordania, Siria, Líbano, Chipre y Rodas.
  
     Tras un breve viaje a Italia en 1886, prosiguió la
actividad  apostólica en Marasc, y en 1890 fue nombrado párroco
de esta  localidad. En la epidemia de cólera del mismo año,
el P. Lilli  se prodigó tan extraordinariamente en la atención
a los apestados,  que sus colaboradores lo jugaron exagerado.
  
     En 1894 pasó a la misión de Mujuk–Deresi, a
siete  horas de viaje a caballo de Marasc. Al año siguiente estalló
 una fuerte persecución contra los cristianos armenios, que siempre
 habían sido marginados y despreciados a causa de su fidelidad a la
 religión cristiana. La matanza de hombres, mujeres, niños
y  ancianos causó miles de víctimas en la región. El
P.  Lilli recibió un mensaje urgente de sus superiores que le sugerían
 que abandonase el puesto; al segundo mensaje en el mismo sentido, el misionero
 respondió que «el Pastor no puede abandonar a las ovejas en
peligro», y decidió quedarse junto a los armenios perseguidos.
Un mes después, los soldados entraron a bayoneta calada y el heroico
franciscano fue herido en una pierna cuando intentaba ayudar a las víctimas.
Invadido su convento por la tropa, fue hecho prisionero y encerrado en una
celda de la casa franciscana. Alternando halagos y amenazas, promesas y malos
tratos, el jefe de los soldados trató de conseguir que renegase de
Cristo y se pasase a Mahoma. Una semana después le obligaron a partir
con varios campesinos del lugar, también prisioneros, hacia Marasc.
Se reunieron todos en la iglesia, y el P. Lilli les confesó y animó
 al martirio. Después de dos horas de duro caminar (en el grupo había
 una niña de 11 años que luego será testigo del martirio),
 llegaron al borde de un torrente, y el jefe de nuevo les conminó
a  renegar de Cristo. Ante su unánime respuesta negativa, el comandante
 ordenó matarlos a bayoneta calada. El martirio se consumó
el  22 de noviembre de 1895, cuando el P. Salvador Lilli tenía 42
años.  Sus siete compañeros de martirio eran: Baldji Oghlou
Ohannes, Khodianin  Oghlou Kadir, Kouradji Oghlou Tzeroum, Dimbalac Oghlou
Wartavar, Geremia Oghlou Boghos, David Oghlou David y Toros Oghlou David,
todos ellos armenios.
  
     El proceso ordinario para la beatificación de estos 
mártires se instruyó en 1930-32, y la causa se incoó 
en la Sagrada Congregación de Ritos el año 1959, siendo Papa 
Juan XXIII, conocedor y amante de las Iglesias orientales de Europa. En 1962-64 
se instruyeron procesos apostólicos en Alepo (Siria) y Beirut. El 3
de octubre de 1982, Juan Pablo II los proclamó Beatos, precisamente 
al clausurarse el VIII centenario del nacimiento de San Francisco de Asís.