SAN ANTERO
235-236 d.C.
Griego de Nación,
hijo de Rufino, fue desde el yermo colocado en la silla de San Pedro el
21 de noviembre del año 235, por muerte de San Ponciano, la que ocupó
con aplauso y bien de toda la Iglesia hasta el 3 de enero del año
236, en que fue martirizado por orden del emperador Maximiano I.
Se le atribuye un decretal sobre la traslación de
Obispos a otra sede, expedida a instancias de los prelados de Toledo y
Sevilla.