SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI
1846 d.C.
7 de junio
Nació en el año
de la Revolución francesa, el 12 de abril de 1789, en Cereta (Italia).
En cierto sentido fue un revolucionario. A los 19 años entró
al seminario, y cuatro años después fue ordenado sacerdote.
Profesor de literatura y de retórica, tuvo entre sus alumnos jóvenes
que después brillaron en el firmamento cristiano, como el venerable
Frassinetti. Para recibir al nuevo obispo, monseñor Lambruschini, el
profesor Gianelli organizó en Génova una recitación intitulada
"La reforma del seminario", que tuvo un grande eco. Eran los años de
la Restauración, después de la llamarada napoleónica.
De 1826 a 1838 fue arcipreste en Chiavari. Este período,
que él definirá "del mal cultivo", se caracteriza por un montón
de innovaciones pastorales en su parroquia y por la creación de varias
instituciones, como un seminario propio y el redescubrimiento de la Summa
de Santo Tomás en la preparación teológica y filosófica
de los candidatos al sacerdocio. Bajo el nombre insólito de Sociedad
Económica comenzó una benéfica institución cultural
y asistencial confiada por el Padre Gianelli "a los cuidados de las Señoras
de la Caridad" para la instrucción gratuita de las niñas pobres.
Era el bosquejo de la fundación, que tuvo lugar en 1829, de las Hijas
de María, conocidas todavía con el nombre de Hermanas Gianelinas,
que han realizado un grande apostolado en América Latina.
Dos años antes había creado una pequeña
congregación misionera, bajo el patrocinio de San Alfonso de Ligorio,
para la predicación de misiones particulares al pueblo y la organización
del clero. En 1838 fue elegido obispo de Bobbio; ayudado por los Ligorianos,
su joven congregación, que reconstituyó con el nombre de Oblatos
de San Alfonso, arregló muchos problemas eclesiásticos de su
diócesis, cambiando párrocos poco celosos y expulsando a los
indignos.
Entre sus Ligorianos hubo también un apóstata,
el Padre Cristóbal Bonavino, una brillante inteligencia, más
conocido con el seudónimo de Ausonio Franchi; racionalista y ateo,
que después regresó a la fe genuinamente cristiana, retractándose
de sus obras anteriores con una Ultima crítica y dando público
testimonio de devoción a monseñor Gianelli, que le estuvo cerca
en los momentos más críticos de su crisis espiritual. El "santo
de las Hermanas" como se lo conoce en América Latina, en donde siguen
floreciendo sus instituciones femeninas, terminó prematuramente su
vida terrena, a la edad de 57 años, el 7 de junio de 1846. Fue declarado
beato en 1925, y canonizado por Pío XII el 21 de octubre de 1951.