SAN ARNOLDO JANSSEN
1909 d.C.
15 de enero
Arnoldo Janssen nació
el 5 de noviembre de 1837 en Goch, una pequeña ciudad de la Baja Renania
(Alemania). Segundo entre diez hermanos, aprendió de sus padres la
dedicación al trabajo y una profunda religiosidad. El 15 de agosto
de 1861 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Münster y fue
asignado a enseñar ciencias naturales y matemáticas en la escuela
secundaria de Bocholt, donde adquirió fama de maestro estricto pero
justo. Por su profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús
fue nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración. Desde
este apostolado, Arnoldo buscó abrirse también a cristianos
de otras denominaciones.
Eran tiempos difíciles para la iglesia en Alemania.
Bismark había desatado el "Kulturkampf" ("batalla por la cultura"),
que implicaba una serie de leyes anti-católicas, la expulsión
de sacerdotes y religiosos y aún el encarcelamiento de varios obispos.
En esa situación caótica, Arnoldo Janssen sugirió que
tal vez algunos de los sacerdotes expulsados podrían ser enviados
a las misiones o ayudar en la preparación de misioneros. Poco a poco,
y animado por el vicario apostólico de Hong Kong, Arnoldo fue descubriendo
que era a él a quien Dios llamaba para esta difícil tarea.
Muchos opinaban que no era el hombre indicado, o que los tiempos no estaban
maduros. "El Señor desafía nuestra fe a realizar algo nuevo,
precisamente cuando tantas cosas se están derrumbado en la Iglesia",
fue la respuesta de Arnoldo. En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas
de las Hermanas para formar una rama de clausura, las "Siervas del Espíritu
Santo de Adoración Perpetua".
Su servicio a la misión sería la de rezar día
y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras,
manteniendo un servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo
Sacramento. Arnoldo murió el 15 de enero de 1909. Su vida fue una permanente
búsqueda de la voluntad de Dios, de confianza en la providencia divina
y de duro trabajo. Testimonio de la bendición divina sobre su obra
es el ulterior desarrollo de la misma: más de 6.000 misioneros del
Verbo Divino trabajan hoy en 63 países. Las misioneras Siervas del
Espíritu Santo son más de 3.800 hermanas y más de 400
las Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua.