SAN BERNARDO DE CAPUA
1109 d.C.
12 de marzo
San Bernardo de Cápua,
de cuyos antecedentes no existen testimonios, llegó a ser capellán
y consejero del duque Ricardo II, hijo del príncipe Jordán de
Cápua. A tal grado se ganó la confianza de su protector, que
se decía que Ricardo no adquiría ningún compromiso, sin
antes consultar con su confesor. Cuando la sede de Foro-Claudio quedó
vacante, fue designado obispo por el Papa Víctor III. Foro-Claudio
era un lugar expuesto, difícil de defender, en el camino real entre
Roma y Nápoles, mientras que a corta distancia de allí, en una
situación más apropiada, estaba Galeno.
El obispo decidió cambiar la sede y se estableció
en Galeno. Cerca de ahí, en el Monte Massico, se hallaba el cuerpo
del ermitaño San Martín, a quien se menciona en los Diálogos
de San Gregorio. El obispo San Bernardo celebró la misa ante las reliquias,
pero de pronto se produjo un terremoto y todos lo interpretaron como una advertencia
de que no era la voluntad de Dios que el cuerpo dejara aquellos lugares.
El duque emprendió el regreso y San Bernardo y sus sacerdotes recogieron
las reliquias y las depositaron en el altar de su nueva iglesia.