Bernardo, en el siglo Filippo, religioso profeso capuchino, fue un joven irascible y violento, que a la vez se sentía comprometido con los pobres y los oprimidos. Arrepentido de la violencia ejercida en cierta ocasión, ingresó a la edad de 27 años en religión, donde se dedicó al ejercicio de tareas domésticas, mientras vivía cada vez con mayor intensidad en penitencia y alta contemplación. Murió en Palermo. Fue beatificado por Clemente XIII el 15 de mayo de 1768, y canonizado por Juan Pablo II el 10 de junio del 2001.