SAN DIONISIO SSEBUGGWAWO
25 de mayo
1886 d.C.
Dionisio nació en Bulemezi
y pertenecía al clan Musu. Era de estatura media, más bien delgado,
y se distinguia por su afabilidad y prudencia, y también por su timidez.
El mismo Katikiro lo presentó al rey Mutesa, junto con su hermano
gemelo, el 24 de abril de 1882. Curiosamente, el P. Lourdel estaba presente
aquel día en la audiencia del rey. Como paje, tuvo desde el principio
el cargo de supervisor de los apartamentos personales del rey. A la muerte
de Mutesa, Dionisio tenía quince o dieciséis años. Cuando
el príncipe Mwanga subió al trono, continuó prestando
su servicio en la corte.
Frviente catecúmeno, acudía con asiduidad a la
misión y puso un gran entusiasmo en aprender la religión. Recibió
el bautismo el 17 de noviembre de 1885. Su fervor en la proclamación
de la Palabra de Dios le llevó a catequizar al mismo hijo de Katikiro,
un tal Mwafu. Al regresar en cierta ocasión de una categoría,
la cólera del rey Mwanga estalló al no encontrar a ninguno de
sus pajes en palacio. Ellos habían aprovechado la ausencia del rey
para reunirse a rezar y apender el catecismo. Cuando llegó Mwafu le
preguntó:
-¿De dónde vienes?-le gritó
-Estaba con Ssebuggwawo.
-¿Qué hacías?
-Aprendía la religión.
-¿Es que tu padre te ha puesto a mi servicio para que sigas la religión
de los blancos?
Mwanga, furioso, golpeó salvajemnte a Mwafu, lo arrastró
por el suelo y quiso matarlo con sus propias manos, pero se contuvo porque
sus padres (el ministro y Mutesa) habían hecho el pacto de sangre.
Ordenó buscar a Dionisio y cuando éste llegó:
-¿Estaba contigo Mwafu?
-Sí.
-¿Qué hacíais los dos?
-Le enseñaba la religión.
-¿Cómo? ¿Tú enseñas la religión
al hijo de mi ministro? ¿No sabías que he prohibido terminantemente
aprenderla?.
Mwanga perdió todo control de sí mismo. Ordenó
que le trajeran la lanza de su padre Mutesa e hirió mortalmente a Dionisio
en el cuello. Despu´s, lo entregó a los verdugos para que lo
rematasen. Acogido en una cabaña, fue más tarde abandonado,
sin que nadie se atreviera a retirarlo por miedo a despertar la cólra
del rey. Seis días más tarde, los buitres volaban sobre el lugar
donde se encontraba su cuerpo.
Dionisio fue el segundo que recibió la palma del martirio.
Tenía 16 años cuando, el 25 de mayo de 1886, el rey lo hirió
mortalmente.