SAN ELADIO DE TOLEDO
 633 d.C.
 18 de febrero
 
 
 
 
  
   Pasó los primeros años 
de su vida sirviendo en la corte de los reyes visigodos. Con el tiempo se 
convirtió en un hombre muy erudito y en un distinguido diplomático. 
Como representante del rey, asistió al Concilio de Toledo el año 
589. Finalmente dejó todo e ingresó en un monasterio. El año 
605 fue elegido abad. En el 615 se vio obligado, con gran disgusto por su 
parte, a aceptar el gobierno de la sede episcopal de Toledo. Murió 
en el 633. Emparentado con la familia real, desempeña en su juventud 
diversos cargos de gobierno, en la capital visigótica de España, 
con ejemplaridad y gran prestigio. Pero elige la vida religiosa en el monasterio 
de Agalia; y busca siempre ser empleado en las ocupaciones de menos brillo. 
 
    Ya de muchos años, es nombrado arzobispo de Toledo.
Y durante otros 18, como pondera su sucesor San Ildefonso de Toledo, su caridad 
y celo hasta la muerte, el año 632, se hicieron proverbiales. Del griego:
procedente de Grecia (s VII) Obispo. Era de origen español, ocupó
cargos honoríficos en la corte, su brillante inteligencia y conocimientos
lo hacían destacar en el Imperio; sin embargo, prefirió dejar
su vida acomodada y sus riquezas, para retirarse a la soledad del monasterio 
de Agali, donde se entregó a la oración y a la penitencia, allí
obtuvo fama de santidad, siendo nombrado abad y, posteriormente, Obispo de
Toledo, ciudad donde murió.