SAN FRANCISCO DE JERÓNIMO
1716 d.C.
11 de mayo
San Francisco nació
en Grottaglie, cerca de Taranto, en 1642. Este elocuente misionero jesuita,
al que llamaban "el apóstol de Nápoles", se distinguió
por su ilimitado celo en favor de la conversión de los pecadores y
por su amor a los pobres, los enfermos y los oprimidos.
En 1666, antes de cumplir los 24 años de edad, San Francisco
recibió la ordenación sacerdotal. Durante los cinco años
siguientes, enseñó en el "Collegio dei Nobili", que los jesuítas
tenían en Nápoles. A los 28 años ingresó en la
Compañía de Jesús. De 1671 a 1674, ayudó en el
trabajo misional al célebre predicador Agnello Bruno. Al concluir sus
estudios de teología, los superiores le nombraron predicador de la
Iglesia del Gesú Nuovo, de Nápoles. Se dice que convertía
por lo menos a unos 400 pecadores al año. El Santo visitaba las prisiones,
los hospitales y no vacilaba en seguir a los pecadores hasta los antros del
vicio, donde algunas veces fue brutalmente maltratado. San Francisco murió
a los 74 años de edad y fue sepultado en la Iglesia de los jesuítas
de Nápoles. Su canonización tuvo lugar en 1839.