SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA
1862 d.C.
27 de febrero
Nació en 1838 y provenía
de una familia acaudalada. La infancia de este santo fue perfectamente ordinaria;
por el contrario, poseía un temperamento vehemente, que no siempre
sabía dominar y que además leía muchas novelas e iba
con frecuencia al teatro. Tras la muerte de su hermana predilecta, el santo
abrazó la vida religiosa a la edad de 17 años, ingresando a
la Congregación de los Pasionistas. La vida de Gabriel se convirtió
entonces en un extraordinario esfuerzo por alcanzar la perfección en
las cosas pequeñas.
Poseía un extraordinario espíritu de oración,
de caridad a los pobres, de amor al prójimo, exacta observancia y un
deseo constante de mortificarse más allá de sus fuerzas junto
con su absoluta docilidad a la obediencia. Sin embargo, lo más sorprendente
sobre este santo, fue la alegría con que supo consumar el sacrificio.
Cuando apenas llevaba cuatro años en la religión, aparecieron
los primeros síntomas de la tuberculosis, enfermedad que le impidió
continuar con sus deberes de la vida comunitaria. La paciencia en la debilidad
y los sufrimientos corporales y la total sumisión a las restricciones
que los superiores le imponían se convirtieron en las principales
características del santo. Murió el 27 de febrero de 1862.