SAN GAUDENCIO DE NOVARA
418 d.C.
22 de enero
San Gaudencio vivió
a finales del siglo IV o principios del siglo V ignorándose su patria,
la fecha de su nacimiento y aún la historia de sus primeros años.
Pero se sabe que después de la muerte del obispo Filastro, ocurrida
en el año 387, fue elegido obispo de Brescia y que aunque al principio
no quiso aceptar el nombramiento, se vio obligado a ello por el afecto del
pueblo y las repetidas instancias de los obispos de la provincia entre los
cuales figuraba San Ambrosio. San Gaudencio mantuvo una gran amistad con el
obispo de Milán y fue uno de los latinos enviados a Constantinopla
en los años 404 y 405 para interceder a favor de San Crisóstomo
durante la persecución.
En la historia de la antigua literatura cristiana ocupa un
distinguido lugar San Gaudencio por muchas obras que de él se conservan.
Se le deben principalmente las noticias que nos quedan de Filastro, consignadas
en un discurso suyo sobre la vida y escritos de este prelado y que suele también
titularse Liber de vita sancti Philatrii. Se conservan también diez
sermones y algunas homilías sobre diferentes pasajes de la Biblia entre
otras, las que pronunció el día de su consagración, muy
interesante para la historia de su vida.
Dupín dice de él en su Nouvelle bibliothèque
que su estilo es sencillo pero descuidado, sus alegorías violentas,
sus sermones secos, estilo muy poco atractivo y superficial. Pero en cambio,
Pablo Galearti afirma que su estilo, aunque sencillo, es elegante, fácil
y ameno. Con el nombre de San Gaudencio, se encuentran algunos opúsculos
que, sin embargo, se consideran apócrifos.