SAN GUIDO DE AUXERRE
961 d.C.
6 de enero
Nació en la región
francesa de Sens. Era todavía un niño cuando fue confiado a
la iglesia catedral de San Esteban de Auxerre, donde aprendió literatura
y Sagradas Escrituras. Recibió la tonsura del obispo Erifrido. Una
vez alcanzada la edad adulta eligió la vida religiosa y fue capellán
y consejero de la corte del rey Raúl y de la reina Emma; fue ordenado
archidiácono, en aquel tiempo cargo muy importante.
En el 933, cuando murió el obispo de Auxerre fue elegido
para sucederle con el consenso de los reyes, del clero y del pueblo. Durante
su episcopado defendió los bienes de las iglesias frente a la rapiña
de los señores feudales; restauró los edificios sacros, especialmente
la catedral; hizo construir una capilla en honor de los santos más
venerados en la diócesis de Auxerre; llevó a la concordia cuestiones
pendientes con el metropolitano, el arzobispo de Sens.
Compuso himnos en honor de san Julián mártir y
concedió una reliquia de san Ciro a la catedral de Nevers. Se dice
de él que “era un pastor que buscaba ser útil, antes que mandar”.
Murió con fama de santidad aunque sólo tiene culto local.