SAN JOSÉ DE ARIMATEA
17 de marzo
San José de Arimatea,
en Jerusalén, noble decurión, discípulo del Señor,
el cual habiendo bajado de la Cruz el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo
lo sepultó en nuevo sepulcro. Era miembro del sanedrín o consejo
judaico, pero discípulo fiel de Jesucristo. No fue pequeña prueba
de su grande piedad, cuando teniendo riquezas y honores que perder no temió
la malicia de los hombres, pues al mismo tiempo que los Apóstoles temblaban,
se declaró animosamente discípulo de Cristo, que había
sido ya crucificado; y con una devoción ejemplar embalsamó y
sepultó su sagrado cuerpo.