SAN LUCAS EL JOVEN
955 d.C.
7 de febrero
San Lucas el Joven, también
nombrado el taumaturgo u obrador de milagros, era griego. Su familia era de
una isla del Egeo, pero se vieron obligados a abandonarla por los ataques
de los sarracenos. Con el tiempo se establecieron en Tesalia, donde fueron
pequeños hacendados o campesinos con tierra propia. Su padre, Esteban,
y su madre Eufrosina, tuvieron siete hijos, de los cuales él fue el
tercero. Fue un muchacho piadoso y obediente. En edad temprana lo pusieron
a cuidar las ovejas y cultivar los campos. Desde niño, a menudo se
quedaba sin comer para alimentar al hambriento, y algunas veces se quitaba
sus vestidos para dárselos a los mendigos. Cuando salía a sembrar,
acostumbraba esparcir la mitad de la semilla en las tierras de los pobres.
Era notorio que el Señor bendecía las cosechas
de su padre con abundancia. Después de la muerte de Esteban, el muchacho
dejó el trabajo en los campos y se dio por un tiempo a la contemplación.
Se sentía llamado a la vida religiosa, y en una ocasión salió
de Tesalia, con la intención de buscar un monasterio, pero fue capturado
por soldados que le creyeron un esclavo fugitivo. Lo interrogaron, pero cuando
les dijo que era siervo de Cristo y había emprendido el viaje por devoción,
se negaron a creerle y lo encerraron en prisión, tratándolo
muy cruelmente. Después de algún tiempo descubrieron su identidad
y lo pusieron en libertad, pero al regresar a su casa fue recibido con escarnios
y burlas por su fracasada escapatoria.