SAN MARINO DE RIMINI
Siglo IV d.C.
4 de septiembre

   San Marino, diácono, en Rimini. Se supone que primeramente fue albañil y que trabajó en las murallas de Rimini, que se cree fue su patria. Su santidad fue tan eminente, que llegando a noticia de San Guadencio, Obispo de Brescia, le confirió el diaconato para faciliotarle el que pudiese bautizar solemnemente a los que catequizaba.

   Habiéndose retirado el Santo a una cabaña que construyó a diez millas de Rimini, acudió tal número de gentes a vivir bajo su conducta, que se formó la tan conocida república que todavía subsiste en el día de hoy con el nombre de San Marino. Redúcese a una ciudad y tres castillos; pero es independiente, y ha durado más que las de Roma y Grecia. Murió el Santo a fines del siglo IV.

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(Samuel Miranda)