SAN MÁXIMO DE CONSTANTINOPLA
662 d.C.
13 de agosto
San Mäximo, monje, en
Constantinopla, célebre por su doctrina y por el celo con que defendió
la verdad católica; al cual por haber disputado acérrimamente
contra los Monotelitas, el emperador Constancio, hereje, le mandó cortar
las manos y la lengua, y de esta suerte lo desterró al Chersoneso,
donde murió. Entonces también dos discípulos suyos llamados
Anastasios, y otros muchos, padecieron diversos tormentos y crueles destierros.