SAN PABLO EL SIMPLE
Siglo IV d.C.
7 de marzo
Era un humilde trabajador en
Egipto cuando, a la edad de 60 años, descubrió que su mujer
le era infiel. La dejó y se fue al desierto para hacerse discípulo
de San Antonio. Pero el santo lo rechazó por su avanzada edad y porque
dudaba de la sinceridad de su propósito. Pablo insistió hasta
que fue admitido, pero fue probado exigentemente en todo y en todo demostró
humildad, obediencia y simplicidad, hasta tal punto de que lo llamaron "el
simple". No hay que confundir a San Pablo, llamado "el simple" por su sencillez
de niño, con San Pablo el ermitaño cuya fiesta se celebra el
15 de enero. San Pablo el simple, que era también anacoreta, fue uno
de los más eminentes discipulos de San Antonio, en la Tebaida de Egipto.
Hasta los sesenta años había sido labriego; pero
la infidelidad de su mujer, a la que sorprendió en flagrante delito,
le ayudó a desprenderse del mundo. Abandonó a su esposa, sin
una palabra de reproche, y emprendió un viaje de ochenta días
por el desierto en busca de San Antonio, para rogarle que le aceptara como
discípulo y le enseñase el camino de la salvación. El
santo, juzgándole ya muy viejo para emprender la vida de ermitaño,
le aconsejó que volviera al mundo a servir a Dios en el trabajo, o
que entrara en algún monasterio en que su simpleza no constituyese
un obstáculo. Acto seguido, le cerró la puerta.