SAN PASCUAL I
817-824 d.C.
Al recibir la delagación que notificaba
a Luis la elección del nuevo Papa, el rey de Francia estableció
lo que se llamó "el privilegio del emperador Luis", en el que se detallaban
los impuestos a los que el Papa tenía derecho, asegurándole
la soberanía sobre los territorios que pertenecían al estado
pontificio y la protección imperial. El documento aseguraba tamabién
la completa libertad de las elecciones del titular de la Santa Sede, basada
en el consentimiento unánime y excluyendo la simonía y la violencia.
Cada nuevo Pontífice se obligaba a enviar a la corte
franca un embajador con el fin de renovar el pacto de amistad y alianza.
En 823, Pascual I, coronó a Lotario, hijo de Luis, en la Basílica
de San Pedro, en Roma. El Imperio franco había sido dividido en tres
partes, entre los hijos de Luis: Lotario, Pipino y el que sería Luis,
el germánico. Pascual hizo construir importantes Iglesias en Roma,
entre ellas Santa Práxedes, Santa María in Dominica y, sobre
todo, Santa María in Trastevere, en uno de cuyos mosaicos aparece
el retrato del Papa.