SAN PATRICIO
461 d.C.
17 de marzo
El tránsito de San
Patricio, Obispo y confesor, en Hibernia (Irlanda), el primero que predicó
la fe católica en aquel país, donde resplandeció en
grandes milagros y virtudes. San Patricio fue un misionero y predicador
cristiano. Se le considera el introductor de la religión católica
en Gran Bretaña. Es el patrono de Irlanda, junto con Santa Brígida
y San Columba. Vivió entre los años 385 y 461, aproximadamente.
Nació en lo que hoy en día es Escocia en el seno
de una familia católica. A sus 16 años cayó en las manos
de unos piratas irlandeses que lo vendieron como prisionero. Estando cautivo
en Irlanda, debió dedicarse al cuidado de ovejas.
Luego de varios intentos logró escapar gracias a la inspiración
divina que recibió por medio de un sueño. Partió en
barco a Francia donde, se presume, estuvo cerca de 20 años. Fue allá
donde fue ordenado sacerdote. Se cree que visitó Roma y que habría
sido el papa Celestino I quien le habría solicitado que regresara
a Irlanda.
Ya de regreso, como obispo, se dedicó a proclamar el
Evangelio. Era un gran predicador ya que hablaba con un leguaje sencillo
y directo. Por ejemplo, para explicar el misterio de la Santísima
Trinidad hacía una analogía con las hojas de un trébol,
símbolo que actualmente es muy común entre los irlandeses.
En su labor, se encontró con un grupo opositor: los druidas.
Ellos eran una clase social elevada que representaban a los dioses paganos.
Otro sector con el que tuvo problemas fueron los herejes pelagianos que llegaron
al extremo de calumniarlo.
En reiteradas oportunidades intentaron matarlo, sin embargo
siempre logró escapar airoso de los peligros. Esto, él se lo
atribuía a una intervención milagrosa. A pesar de todas las
cortapisas, San Patricio no cesó en su labor evangelizadora. Construyó
una serie de abadías en Irlanda, las cuales fueron originaron ciudades
a su alrededor.