SAN PEREGRINO LAZIOSI
1345 d.C.
1 de mayo



   San Peregrino nació en Forlí hacia el año 1.265. En aquella época Forlí se hallaba bajo la jurisdicción pontificia pero en 1.282, instigada por el partido gibelino, se rebeló contra el Papa e incurrió en entredicho.

   San Felipe Benizio, entonces Prior General, habiéndose trasladado a aquella ciudad romañola para visitar el convento de los Siervos, trató de convencer a sus habitantes a que obedecieran al Pontífice, pero fue rechazado por ellos. Peregrino, sumándose a un grupo de facinerosos, cubrió de insultos al Santo y hasta parece que lo agredió a bofetadas. Movido en seguida por el arrepentimiento, Peregrino le pidió perdón y, más aún, le rogó que lo admitiera en la Orden de los Siervos de María. San Felipe acogió paternalmente su petición y lo envió al convento de Siena. Al cabo de pocos años Peregrino regresó a su ciudad natal, en donde residió hasta su muerte, acaecida en 1.345.

   San Peregrino dedicó su vida de fraile a la oración, al culto y devoción a María, a la práctica de una áspera penitencia, al ejercicio de la caridad para con los más pobres, en cuyo favor Dios le concedió obrar milagros. Contrajo cangrena en una pierna, de la que fue milagrosamente curado mientras se encontraba en oración ante un crucifijo.

   Ya han pasado más de 650 años desde que Dios le llamó a Peregrino a vivir su Pascua personal. Murió en Forlí casi a los ochenta años de edad, aquejado por una fiebre devoradora. Su cuerpo se venera en la Iglesia anexa al convento Servita de Forlí.

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(Samuel Miranda)