SAN PIO I
140-155 d.C.

San Pío I  140-155 d.C.

   Fue hijo de Rufino y natural de Aquileya. Educado por su padre, en la cristiana religión, pasó a Roma para completar su instrucción, y adelantó tanto en letras y religión, que mereció ser admitido en un colegio de canónigos regulares; entre los cuales sobresalió de un modo admirable por su caridad y ardiente celo; por lo que el Papa San Higinio le consagró obispo regionario, para servirse de él como coadjutor en el gobierno de la Iglesia. Coronado con el martirio San Higinio, la Iglesia elevó a Pío I al Sumo Pontificado pocos días después, dando a conocer desde luego, a la par de su vigilancia pastoral, un fino tacto en unir más y más a todas las Iglesias con los lazos de la caridad y de la Tradición, previniendo de antemano todo lo que podía ocasionar división alguna.

   Fue Pío el primero de los Papas que mandó que los judíos  convertidos se conformasen con la Iglesia romana el día de la celebración de la Pascua de Resurrección, y que prohibió con graves penas la  enagenación de los bienes de la Iglesia, y la negligencia de los sacerdotes en la celebración de los divinos oficios, y administración de la Eucaristía.

   Sabedor del martirio de algunos cristianos en Leon de Francia con Vero su obispo, escribió por medio de Atalo a San Fotino su sucesor, que cuidase de sus reliquias, como los Apóstoles hicieron con las de San Esteban.

   Consagró en Iglesia las Termas Novacianas, en honor de Santa Pudenciana, y condenó al heresiarca Valentino, lo mismo que a Marción, que infestaba a Roma con su hedionda doctrina, disfrazada con las apariencias de devoción,  y logró alejarlos de la ciudad. El odio de algunos magistrados gentiles se desahogó contra el Santo, y después de haberle hecho sufrir mucho en una terrible cárcel, fue degollado el 11 de julio del año 157, y su cuerpo fue sepultado en el Vaticano, donde se venera.

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(Samuel Miranda)