SAN SERGIO DE ROMA
310 d.C.
7 de octubre
Los Santos Mártires
Sergio y Baco, nobles romanos, en la provincia llamada Augusta Eufratesia
(Comagenes o Azar, junto al río Eufrates), en tiempo del emperador
Maximiano. Baco fue azotado con nervios de buey hasta que despedazado todo
su cuerpo expiró en este tormento confesando a Jesucristo.
A Sergio, después de calzarle unas botas guarnecidas
de escarpias, como permaneciese constante en la fe, le mandaron por fin
degollar. El lugar donde está sepultado se llama de su nombre Sergiopolis
(según lo mandó el emperador Justiniano, por respeto a sus
reliquias); y con motivo de los extraordinarios milagros que allí
se obran, es honrado con gran concurso de cristianos. Son Santos titulares
de una iglesia en Roma, que es título de diácono cardenal,
la cual el Papa Gregorio III reparó y acrecentó.