SANTA ESTHER
1 de julio
El libro de Ester contiene
una de las más emocionantes escenas de la Historia Sagrada. Habiendo
el rey Asuero (Jerjes) repudiado a la reina Vasti, la judía Ester vino
a ser su esposa y reina de Persia. Ella, confiada en Dios y sobreponiéndose
a su debilidad, intercedió por su pueblo cuando el primer ministro
Amán concibió el proyecto de exterminar a todos los judíos,
comenzando por Mardoqueo, padre adoptivo de Ester. En un banquete, Ester descubrió
al rey su nacionalidad hebrea y pidió protección para sí
y para los suyos contra su perseguidor Amán. El rey concedió
lo pedido: Amán fue colgado en el mismo patíbulo que había
preparado para Mardoqueo, y el pueblo judío fue autorizado a vengarse
de sus enemigos el mismo día en que según el edicto de Amán,
debía ser aniquilado en el reino de los persas. En memoria de este
feliz acontecimiento los judíos instituyeron la fiesta de Purim (Fiesta
de las Suertes).
El texto masorético que hoy tenemos en la Biblia hebrea,
sólo contiene 10 capítulos, y es más corto que el originario,
debido a que la Sinagoga omitió ciertos pasajes religiosos, cuando
la fiesta de Purim, en que se leía este libro al pueblo, tomó
carácter mundano. San Jerónimo añadió los últimos
capítulos (10, 4-16, 24), que contienen los trozos que se encuentran
en la versión griega de Teodoción, pero faltan en la forma actual
del texto hebreo.
El carácter histórico del libro siempre ha sido
reconocido, tanto por la tradición judaica, como por la cristiana.
Un hecho manifiesto nos muestra la historicidad del libro, y es la existencia
de la mencionada fiesta de Purim, que los judíos celebran aún
en nuestros días. Sin embargo, han surgido no pocos exégetas,
sobre todo acatólicos, que relegan el libro de Ester a la categoría
de los libros didácticos o le atribuyen solamente un carácter
histórico en sentido lato. Es éste un punto que debe estudiarse
a la luz de las normas trazadas en la Encíclica "Divino Afflante Spiritu".
Hasta aclararse la cuestión damos preferencia a la opinión tradicional.
En cuanto al tiempo de la composición se deciden algunos
por la época de Jerjes I (485-465 a. C.), otros por el tiempo de los
Macabeos.
La canonicidad del libro de Ester está bien asegurada.
El Concilio de Trento ha definido también la canonicidad de la segunda
parte del libro de Ester (cap. 10, vers. 4 al cap. 16, vers. 24), mientras
los judíos y protestantes conservan solamente la primera parte en su
canon de libros sagrados.
Los santos Padres ven en Ester, que intercedió por su
pueblo, una figura de la Santísima Virgen María, auxilium christianorum.
Lo que Ester fue para su pueblo por disposición de Dios, lo es María
para el pueblo cristiano.