SANTA INÉS DE BOHEMIA
1282 d.C.
2 de marzo
Inés, hija de Premisl
Otakar I, rey de Bohemia y de la reina Constancia, hermana de Andrés
I, rey de Hungría, nació en Praga en el año 1211. En
1220, prometida en matrimonio a Enrique VII, hijo del emperador Federico II,
fue llevada a la corte del duque de Austria, donde vivió hasta el
año 1225, manteniéndose siempre fiel a los deberes de la vida
cristiana. Rescindido el pacto de matrimonio, volvió a Praga, donde
se dedicó a una vida de oración más intensa y a obras
de caridad; después de madura reflexión decidió consagrar
a Dios su virginidad. Amó a la Iglesia, implorando para sus hijos
los dones de la perseverancia en la fe y la solidaridad cristiana.
Se hizo colaboradora de los Romanos Pontífices, que
para el bien de la Iglesia solicitaban sus oraciones y su mediación
ante los reyes de Bohemia, sus familiares. Amó a su patria, a la que
benefició con las obras de caridad individuales y sociales y con la
sabiduría de sus consejos, encaminados siempre a evitar conflictos
y a promover la fidelidad a la religión cristiana de los padres. En
los últimos años soportó inalterable los dolores que
la afligieron a ella, a la familia real, al monasterio y a la patria. Murió
santamente en su monasterio el 2 de marzo de 1282. El culto tributado desde
su muerte y a lo largo de los siglos a la venerable Inés de Bohemia,
tuvo el reconocimiento apostólico con el decreto aprobado por el Papa
Pío IX el 28 de noviembre de 1874.