SANTA IRENE DE PORTUGAL
653 d.C.
20 de octubre
Nacida en una familia acomodada
de Santarén, en la región de Tancor que ahora es Portugal. Recibió
esmerada educación y profesaba en un monasterio de monjas benedictinas,
que era gobernado por su tío, el abad Selio.
Debido a su belleza e inteligencia, pronto el afecto de las
religiosas y de la gente de la tierra, en particular entre los jóvenes
y los nobles, que se disputaban entre sí las virtudes de Irene.
Entre estos adolescentes estaba Britaldo, heredero del señorío,
en quien se alimentó una pasión malsana de Iría. Sería
rechazado en sus pretensiones amorosas pues Iría había hecho
voto de virginidad a Dios y pretendía profesar como religiosa.
Los amores de Britaldo llegaron a oídos de don Remigio,
director espiritual de Iría, a quien la belleza de la doncella tampoco
había pasado desapercibida. Ardiendo en celos, el monje dio un té
manipulado a Iría que le haría parecer embarazada en su cuerpo.
Por ello fue expulsada del convento, retirándose al
rio para orar. Allí fue asesinada a traición por un siervo
de Britaldo, que había oído los rumores de lo que había
pasado.
Cuando su cuerpo joven cayó a tierra sin vida, lo arrojó
al río Tajo. Un tío de Irene se enteró del vil asesinato.
Fue corriendo a las riberas del río para encontrar su cadáver
y llevarlo en procesión al monasterio, donde permaneció incorrupto.
Hoy se conoce esta ciudad con el nombre de Santarén
(Santa Irene). Es un nombre muy popular en España y Portugal. Murió
en el año 653.
Su culto se perpetúa a través del rito mozárabe,
siendo patrona de algunas iglesias portuguesas, aunque no se encuentra en
el martirologio ni en los santorales oficiales católicos.
Santa Iría es representada celebrando su martirio con
una palma, aunque a veces se la representa con una cuchara de madera debido
a una leyenda alternativa.