SANTA JULIA SALZANO
1929 d.C.
17 de mayo
Hija de Diego, capitán
de los lanceros de Fernando II, Bey de Nápoles, y de Adelaida Valentino,
Julia Salzano nació en Santa María Capua Vetere, provincia
de Caserta, el 13 de octubre de 1846.
Huérfana de padre a los cuatro años, la llevaron
para su educación a las Hermanas de la Caridad en el Orfanato regio
de S. Nicolás La Strada, donde permaneció hasta los quince
años. Una vez obtenido el diploma de magisterio, tuvo el encargo de
enseñar en la escuela municipal de Casoria, provincia de Nápoles,
donde se trasladó con la familia en octubre de 1865.
A la enseñanza se unía un notable interés
por el catecismo y la educación de la fe de los niños, de los
jóvenes y de los adultos, cultivando la devoción a la Virgen
María
Junto con la Beata Catalina Volpicelli, propagó el
amor y el culto al Sagrado Corazón, viviendo el lema: “ad maiorem
Cordis lesu gloriam”.
Su constante preocupación por llevar la doctrina y
la vida de Cristo a través de la enseñanza y el testimonio,
la impulsó a fundar en 1905 la congregación de Hermanas Catequistas
del Sagrado Corazón.
Gastó toda su vida en el carisma de la catequesis,
y decía: “Yo impartiré siempre el catecismo, mientras me quede
un hilo de vida. Y os aseguro que me encantaría morir enseñando
el catecismo”.
Del mismo modo exhortaba a sus hijas: “La hermana catequista
ha de sentirse siempre dispuesta a instruir a cualquier hora a los pequeños
e ignorantes, no debe tener en cuenta los sacrificios que exige este ministerio,
sino que, más bien, debería desear morir en la brecha, si Dios
así lo quisiera”.
Otro Beato, Ludovico de Casoria, como en tono profético,
le predijo: “Ten cuidado que no te venga la tentación de abandonar
a los pequeños de nuestra querida Casoria, porque la voluntad de Dios
es que vivas y mueras entre ellos”. Y así fue.
Murió el 17 de mayo de 1929.
“Doña Julieta”, como la llamaban los ciudadanos de
Casoria, dejó una viva fama de santidad, hasta el punto que el 29
de enero de 1937 se inició el Proceso de Canonización. El 2
de enero de 1994 se entregó la Positio, un voluminoso dossier sobre
la vida, virtudes y fama de santidad, en la Congregación para las Causas
de los Santos y, el 23 de abril de 2002, Juan Pablo II dispuso la publicación
del Decreto con el que se reconocía la heroicidad de sus virtudes,
atribuyéndole el titulo de Venerable Sierva de Dios.
El 20 de diciembre del mismo año, Juan Pablo II ha
firmado también el Decreto con el cual se reconoce el milagro atribuido
a la intercesión de Julia Salzano. Por su carisma, puede ser calificada
como Mujer profeta de la Nueva Evangelización.