SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO
VENEGAS DE LA TORRE
1959 d.C.
30 de julio
María de Jesús
Sacramentado Venegas de la Torre, nació en un poblado del municipio
de Zapotlanejo, Jalisco (México) el 8 de Septiembre de 1868, la bautizaron
con el nombre de María Natividad. La vida de la joven María
Natividad se desarrolló en un clima de sencillez, sin hechos extraordinarios,
su niñez y adolescencia con los matices que da la vida. A la edad de
19 años quedó huérfana de padre y madre quedando al
cuidado de una tía paterna. María Natividad sentía fuerte
atractivo hacia la vida religiosa, y el 8 de diciembre de 1989, ingresa en
la floreciente Asociación de Hijas de María, en su lugar natal.
El 8 de diciembre de 1905 asistió a unos Ejercicios
Espirituales y como fruto de éstos, decide formar parte del grupo
de “Hijas del Sagrado Corazón de Jesús”, que con ella completaban
6 para el cuidado de los enfermos en el Hospital del Sagrado Corazón,
recién fundado por el Sr. Canónigo Don Atenógenes Silva
y Alvarez Tostado. Se distinguió por su humildad, sencillez, trato
afable conlas hermanas, enfermos y personas en general, esta inmensa caridad
bebida de la fuente del Corazón Divino de Jesús, a quien amó,
en quien siempre esperó y cuya devoción procuró inculcar
a todas las personas de su alrededor.
Manifestó un trato especial a los obispos y sacerdotes,
atendiéndolos con verdadero amor, respeto y obediencia, viendo en ellos
la prolongación de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. En el año
de 1912 fue elegida Vicaria, puesto que ocupó hasta el 25 de enero
de 1921 en el que, realizadas las primeras elecciones canónicas, resultó
elegida Superiora General, al poco tiempo escribe las Constituciones que regirían
a las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, éstas fueron
aprobadas en 1930, reconociéndose así el nuevo Instituto.
El 30 de Julio de 1959 entregó su alma al Creador, llena
de paz, después de recibir los auxilios sacramentales. El milagro reconocido
para su Canonización pertenece al Sr. Anastasio Ledezma Mora, que
fue llevado al Hospital del Sagrado Corazón para someterlo a una operación
quirúrgica. Después de la anestesia, se manifestó una
lentitud cardíaca, que aumentó gradualmente hasta finalizar
en un paro total del corazón y de las arterias. Enseguida se intentaron
terapias de reanimación aunque en vano, por lo que el enfermo cayó
en coma profundo.
Los médicos enfermeros que estaban en el quirófano,
así como la esposa del enfermo y las hermanas (Hijas del Sagrado Corazón),
invocaron la intercesión de la Beata María de Jesús Sacramentado.
Después de 10 o 12 minutos, las palpitaciones se restablecieron y
más allá de lo que los médicos esperaban, el enfermo
no sufrió ningún daño en el cerebro; a los pocos días
fue sometido a una hemicolectomía con colostomía definitiva
sin complicación alguna. Se tuvo como admirable la reanudación
de los latidos del corazón gravemente interrumpidos.