SANTA ROSA VENERINI
1728 d.C.
7 de mayo
Rosa nació en Viterbo,
Italia en el año 1656 de una familia muy religiosa y recibió
de sus padres una buena formación cristiana y una buena instrucción.
Desde niña hizo el voto de hacerse monja, pero durante su juventud
le impresionó mucho la pobreza y la ignorancia de las muchachas del
pueblo y comenzó a pensar que tal vez sería mejor hacer algo
por ellas en lugar de estar en un convento.
Había invitado a su casa a las jóvenes y a las
mujeres de su barrio para rezar juntas el rosario y se dio cuenta que ninguna
de ellas sabía rezar. Comenzó a hacer algunas preguntas de catecismo
y todas se quedaron mudas por la sorpresa. Rosa comprendió que la
mujer de su tiempo era esclava de la ignorancia y de la pobreza, destinada
a los trabajos más pesados y que nadie se preocupaba por su bienestar.
Entonces, rezó mucho para comprender la voluntad de Dios y, con dos
amigas, decidió abrir una escuela para las niñas pobres. Era
el mes de agosto de 1685. Cada día, por las callecitas de Viterbo pasaba
una niña tocando una campana y llamando a todas las muchachas y niñas
de la ciudad. Las lecciones comenzaban con la oración, seguía
la catequesis, los trabajos manuales femeninos y aprender a leer y escribir
bien. En poco tiempo la escuela de Rosa cambió fisonomía y
recibió peticiones para fundar otras escuelas de parte de Obispos y
Cardenales. Las Maestras no eran religiosas pero vivían como tales
y fueron llamadas Maestras Pías, incluso en Roma las llamaron Maestras
Santas.
En el año 1713 Rosa abrió una escuela en Roma
y el Papa Clemente XI le hizo el honor de una visita. El Papa se quedó
toda la mañana en la escuela, junto con ocho cardenales, escuchó
la lección de catecismo e interrogó a las alumnas. Al final
llamó a Rosa y a sus compañeras, les agradeció por su
precioso trabajo, les dio una medalla de plata y les dijo: “Deseo que estas
escuelas se difundan en todas nuestras ciudades”. En poco tempo se abrieron
escuelas por todas partes.
Rosa sabía que la mujer es portadora de un proyecto
de amor, pero si su corazón es esclavo del miedo, de la ignorancia,
del pecado este proyecto no será nunca visible. Es por ello que su
carisma hoy en día viene enunciado así: educar para liberar
. El 15 de Octubre de 2006 Su Santidad Benedicto XVI la proclamó Santa.
El milagro que la llevó a los altares tuvo lugar en Ebolowa, Camerún:
Serge, un niño de la leprosería de ‘Ngalan fue curado milagrosamente
por intercesión de Santa Rosa, la Santa que siempre ha amado a los
pequeños, que ha dedicado a ellos su vida y que sigue protegiéndolos.