SANTA TERESA DE PORTUGAL
1250 d.C.
17 de junio
Santa Teresa, reina de Portugal,
(1175-1250). Mujer de don Alonso IX de León y de Dª. Dulce de
Aragón. Monja cisterciense en San Benito de Lorbaño, cerca de
Coimbra. se casó con su primo, el rey Alfonso IX de León. Tras
varios años de feliz vida marital (y varias hijas), el matrimonio fue
declarado nulo por el parentesco demasiado estrecho entre ella y Alfonso y
no haber recibido las dispensaciones apropiadas. Alfonso se casó con
doña Berenguela, la madre de Fernando III el Santo.
Teresa volvió al monasterio cisterciense de San Benito
de Lorbao, próximo a Coimbra. Allí se entregó a la práctica
de todas las virtudes hasta su muerte, en gran ancianidad, el 17 de junio
de 1250.
Fue enterrada en su mismo monasterio, junto a la tumba que ella había
dispuesto veinte años antes para su santa hermana Sancha, virgen clarisa,
fundadora del convento de Santa María de las Cellas.
Teresa pudo fácilmente haber guardado rencor, no lo
hizo así. Con su ayuda se alcanzó un acuerdo pacífico.
Guardar rencor es como montar en bicicleta con una piedra en el zapato. A
veces se va para un lado, pero la mayoría de las veces hace que cada
pedalada sea miserable.
Lo peor de los rencores es la amargura que crean en nuestra
alma. A menudo la persona a la que guardamos rencor ni siquiera sabe que estemos
molestos y enfurecidos con ella. Acabamos por gastar extraordinarias cantidades
de tiempo labrando y planeando nuestra venganza, para acabar descubriendo
que la venganza nunca es tan dulce como creemos que lo va a ser. Si mantienes
rencor contra alguien o contra algo, ahora es el momento de sacarte la piedra
del zapato. Tienes la garantía de que te sentirás mejor y camina