En la larga lista de
víctimas de la Revolución francesa, entre los asesinados
por odio a la fe católica y la llamada "Mártires de
septiembre 1792 en París," también hay beato Santiago
Friteyre-Durvé. Nació
en Auvernia Marsac 18 de abril 1725 y fue educado por los jesuitas en
Boillons, respondiendo a la llamada de Dios, entró en el
noviciado en Toulouse en 1742. Ordenado sacerdote enseñó
literatura y filosofía en los institutos de varias ciudades
francesas.
Cuando en 1762 la Compañía de Jesús
se dispersó en el territorio francés, comenzó a
predicar en su diócesis de origen, pero incluso allí no
estaba seguro, así que después de un tiempo "se
refugió en los Estados Pontificios. Tras el decreto de
restauración (1773) de la Compañía de
Jesús, podría regresar como predicador en Francia, su
famoso oratorio le ganó gran fama de gran predicador por lo que
fue invitado a predicar la Cuaresma en la corte de Luis XVI y en 1777
también Notre-Dame, también fue nominada canon de St.
Paul y
San Dionisio.
Pero unos años más tarde se negó las
rentas que habían sido asignadas a y con ganas de revivir su
vocación inicial, deseaban jubilarse a una Orden religiosa: los
Eudistas. En
lugar ominoso de la Revolución Francesa, que quería
permanecer en París a pesar del peligro que corría todo
el clero.
Él utilizó la táctica de disfrazarse
como un vendedor ambulante de artículos de mercería y
camuflado para que pudiera entrar en las casas de los fieles y
así seguirá, a darles la fe, especialmente a los
moribundos. Pero
el engaño no duró mucho y así se descubrió,
reconocido y arrestado a finales de agosto 1792.
Se
negó a tomar el juramento a la Constitución civil del
clero cismáticos y por lo tanto fue encerrado en prisión
hecha por el convento de las Carmelitas. El 2 de septiembre, que
se paseaba en el patio, se le acercó por esta Vincenzo ex
cantante en su parroquia, después de haber intercambiado un par
de chistes, después de que él fue reconocido por su padre
James, él rompe la cabeza con un hacha, regresando en su
área jactándose del delito cometido; en ese momento y los
de las masacres religiosas, nadie hubiera dado un castigo, ni se le
preguntó por qué.
Murió siendo un cristiano, habiendo arrepentido en
1820, el acto hizo en esos días de locura asesina real, su
muerte fue precedida por horribles delirio en el que invocó
Friteyre padre que lo perdonara y le ayudará a pasar. Padre Giacomo
Friteyre-Durvé fue beatificado el 17 de octubre 1926 por el Papa
Pío XI.