SANTOS CUARENTA Y DOS MÁRTIRES
DE SIRIA
845 d.C.
6 de marzo
En época del emperador
de Oriente, Teófilo el Iconoclasta (829-842), las incursiones de los
árabes y los combates que tenían lugar para detener la invasión
de Asia Menor fueron los hechos dominantes en la vida del Imperio. El 24
de septiembre del 838 el mundo cristiano sufrió la humillación
de ver capturada por los sarracenos la ciudad de Amorio (actual Hisarköy,
en Turquía), que en ese momento disfrutaba de un esplendor particular.
La caída fue atribuida a la traición del apóstata cristiano
Baditze.
Los sarracenos mostraron toda su ferocidad: una multitud de
soldados y civiles fueron asesinados sin respetar ni mujeres ni niños,
y gran parte de la población fue deportada. De entre ellos, fueron
llevados a Mesopotamia 42 personas, contando líderes militares y altos
funcionarios de la ciudad, algunos de cuyos nombres son conocidos: Teodoro
Cráter, Constantino y Calixto, funcionarios, Teófilo y Bassoe,
patricios, Ezio y Melixeno, patricios y generales. Fueron llevados prisioneros
a Siria, y mantenidos en una celda oscura y sucia a sólo pan y agua.
Se les instó continuamente a la apostasía en favor de la religión
de Mahoma y se los enfrentó con los eruditos musulmanes, pero estos
intentos fueron vanos. El doloroso cautiverio duró siete años,
hasta marzo del 845. Después de la última invitación
con resultado negativo fueron llevados a orillas del Eufrates y allí
decapitados por verdugos etíopes.
Según el relato del historiador bizantino Simor Logoteta,
también fue asesinado el traidor Baditze; sus cuerpos fueron arrojados
al río, pero los cocodrilos sólo comieron el cuerpo del apóstata,
mientras que los otros, reunidos con la cabeza, emergieron del agua sin haber
sido devorados; los cristianos del lugar los recogieron y con amor y veneración
les dieron sepultura. En la vida del emperador de Oriente Basilio IV el Macedonio
(867-886) se afirma que en el palacio real se construyó una capilla
en honor de estos mártires. La memoria se inscribe el 6 de marzo,
tanto en el Menologio griego, como en el Martirologio Romano y en el "Siríaco
de Rabban Sliba".