SANTOS DE VOTOS DE SAN JOSÉ
San Pedro
Crisólogo: "José fue un hombre perfecto, que posee todo
género de virtudes" El nombre de José en hebreo significa "el
que va en aumento. "Y así se desarrollaba el carácter de José,
crecía "de virtud en virtud" hasta llegar a una excelsa santidad.
En el Occidente, referencias a (Nutritor Domini) San José
aparecen en el siglo IX en martirologios locales y en el 1129 aparece
en Bologna la primera iglesia a él dedicada. Algunos santos
del siglo XII comenzaron a popularizar la devoción a San José
entre ellos se destacaron San Bernardo, Santo Tomás de Aquino, Santa
Gertrudiz y Santa Brígida de Suecia. Según Benito XIV (De Serv.
Dei beatif., I, iv, n. 11; xx, n. 17), "La opinión general de los
conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar
del Oriente al Occidente la laudable práctica de ofrecerle pleno culto
a San José".
En el siglo XV, merecen particular mención como devotos
de San José los santos Vicente Ferrer (m. 1419), Pedro d`Ailli (m.
1420), Bernadino de Siena (m. 1444) y Jehan Gerson (m. 1429). Finalmente,
durante el pontificado de Sixto IV (1471 - 84), San José se introdujo
en el calendario Romano en el 19 de Marzo. Desde entonces su devoción
ha seguido creciendo en popularidad. En 1621 Gregorio XV la elevó
a fiesta de obligación. Benedicto XIII introdujo a San José
en la letanía de los santos en 1726.
San
Bernardino de Siena "... siendo María la dispensadora de
las gracias que Dios concede a los hombres, ¿con cuánta profusión
no es de creer que enriqueciese de ella a su esposo San José, a quién
tanto amaba, y del que era respectivamente amada? " Y así, José
crecía en virtud y en amor para su esposa y su Hijo, a quién
cargaba en brazos en los principios, luego enseñó su oficio
y con quién convivió durante treinta años.
Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los
desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una
gran devoción a San José y la afianzó en la reforma
carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió
celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua. Esta fiesta
eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción
a San José se arraigo entre los obreros durante el siglo XIX.
El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran
devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847)
y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón
de la Iglesia Católica. San Leo XIII y Pío X fueron también
devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una
letanía en honor a San José.
Santa
Teresa de Jesús : "Tomé por abogado y señor
al glorioso San José." Isabel de la Cruz, monja carmelita, comenta
sobre Santa Teresa: "era particularmente devota de San José y he oído
decir se le apareció muchas veces y andaba a su lado."
"No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer.
Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de
este bienaventurado santo...No he conocido persona que de veras le sea devota
que no la vea mas aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera
a las almas que a El se encomiendan...Solo pido por amor de Dios que lo pruebe
quien no le creyere y vera por experiencia el gran bien que es encomendarse
a este glorioso patriarca y tenerle devocion..." -Sta. Teresa.
San Alfonso
María de Ligorio nos hace reflexionar: "¿Cuánto
no es también de creer aumentase la santidad de José el trato
familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?" José
durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero
de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José
escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo
de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la
ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios.
Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en
la compañía de Jesús, creció tanto en méritos
y santificación que aventajó a todos los santos.