SANTUARIO DE NAVALAGAMELLA
El año 1455, en Navalagamella
(Madrid), estaba el pastor Miguel Sánchez con su rebaño de
ovejas cuando se le apareció san Miguel y le dijo: No temas, yo soy
uno de los siete espíritus que asistimos en la presencia de Dios,
de quien soy enviado para decirte que es voluntad suya que, en este lugar,
se construya una ermita en honor de san Miguel y sus ángeles. El pastor
le pidió que se lo encomendara a otro, pues no le iban a creer a él,
que era tan poca cosa. Pero san Miguel le dijo: Cuéntale a tu amo
todo y yo haré de modo que te crean. Sin embargo, por miedo, no quiso
hablar y un día, al despertarse, se encontró con que no podía
caminar. Entonces, comprendió que debía hablar y se lo dijo
a su amo Don Pedro García de Ayuso. Este mandó celebrar una
misa en honor de san Miguel y el pastor se curó. Así surgió
el templo a san Miguel en Navalagamella.