Majestuoso templo parroquial,
dedicado a la patrona de la ciudad, de estilo barroco, su construcción
inició en 1744. Está precedido por un pequeño atrio
enmarcado por una artística herrería. En la parte superior
hay un nicho el cual alberga un reloj enmarcado en cantera que ostenta el
año de 1885, posiblemente año en el que se instaló.
En el interior destacan el altar mayor, de estilo neoclásico. Destacan también la capilla anexa con siete altares neoclásicos elaborados en cantera rosa y dorados, un retablo churrigueresco tallado y dorado en madera, el lavamanos barroco, así como varias pinturas al óleo de los siglos XVIII y XIX.
En el interior destacan el altar mayor, de estilo neoclásico. Destacan también la capilla anexa con siete altares neoclásicos elaborados en cantera rosa y dorados, un retablo churrigueresco tallado y dorado en madera, el lavamanos barroco, así como varias pinturas al óleo de los siglos XVIII y XIX.