SAN VIRGILIO DE ARLES
610 d.C.
5 de marzo
San Virgilio nació en Gascuña, pero se educó
en el monasterio de San Honorato, en una de las dos islas que se hallan a
tres kilómetros de Cannes, tan conocidas por los turistas de la Costa
Azul. Según su biógrafo, que es nuestra principal fuente, aunque
vivió varios siglos después de los hechos y tiende a inventar
todo lo que pueda glorificar el santo, Virgilio fue monje y abad del monasterio
de San Honorato. Una noche estaba el santo paseándose en la playa cuando
vio un extraño navío cerca de la costa; sobre la cubierta, trabajaban
algunos marinos, quienes desembarcaron y vinieron al encuentro de Virgilio.
El nombre de San Virgilio no figura en la lista de los abades
de Lérins; en algunas crónicas figura como un monje de Lérins
que más tarde llegó a ser abad del monasterio de San Sinforiano
de Autún. San Virgilio construyó varias iglesias en Arles. Sin
duda que el pueblo de Arles tenía entera confianza en la protección
de su arzobispo, persuadido de que mientras los restos del Santo permanecieran
en la ciudad, ésta vencería a todos sus enemigos. San Virgilio
fue sepultado en la iglesia de San Salvador, que él mismo había
construido.