SAN VITALIANO
657-672 d.C.
Constancio II, emperador
de Bizancio, vino a Roma, y en 663 fue solemnemente recibido por Vitaliano.
Después de obsequiar a varias Iglesias de Roma, se llevó el bronce de la
cúpula del Panteón y de otras iglesias, transportándolo a Constantinopla.
Trató de separar a la Iglesia de Ravena de la de Roma, creando así nuevas
dificultades en el seno de la cristiandad. A pesar de esta actitud antiromana,
el Papa apoyó a Constancio IV, sucesor legítimo de Constancio III, en contra
del usurpador Mesecio. El fanatismo del emperador en favor de la herejía
bajó notablemente, ya que los árabes habían conquistado partes del imperio
bizantino pobladas por herejes.
(Samuel Miranda)