BEATA SARA SALKAHAZI
1944 d.C.
27 de diciembre
Nació el 11 de mayo
de 1899 en Kassa-Košice. Provenía de una familia acomodada. Era una
mujer inteligente, profesora y periodista. En contacto con sus alumnos, conoció
los problemas sociales de los pobres, que después denunció
en sus artículos periodísticos. Para ampliar sus horizontes
y experimentar directamente lo que implicaba ser discriminado, aprendió
el oficio de encuadernadora y también trabajó para una modista.
Se afilió al partido socialista cristiano y fue redactora de su periódico,
ocupándose sobre todo de problemas sociales femeninos.
En 1929, cuando tenía 30 años, solicitó
ingresar en el instituto de las Religiosas de la Asistencia, congregación
húngara fundada por Margit Schlachta para promover obras caritativas
y sociales en favor de la mujer, actualmente presente en Estados Unidos,
Canadá, México, Taiwan y Filipinas. Emitió los votos
temporales en el año 1930. Eligió como lema de su vida religiosa
las palabras de Isaías: «Heme aquí: envíame»
(Is 6, 8).
Desempeñó su primera labor apostólica en
su ciudad natal, donde organizó la obra caritativa católica.
A continuación, fue enviada a Komárom con la misma finalidad.
Creó una publicación católica femenina, gestionó
una librería religiosa, dirigió un hospicio para pobres y también
se dedicó a la enseñanza. Los obispos de Eslovaquia le encomendaron
la organización del movimiento nacional de jóvenes. En aquella
época impartía cursos de dirección y publicaba manuales.
En su corazón Sara albergaba el deseo de ir a misionar
a China o a Brasil, pero el estallido de la segunda guerra mundial no se
lo permitió. Después de algunas incomprensiones con sus superioras,
en 1940 emitió los votos perpetuos.
Como directora nacional del movimiento católico de jóvenes
trabajadoras creó el primer colegio húngaro para trabajadoras,
cerca del lago Balaton. En Budapest abrió casas para trabajadoras
y organizó cursos de formación.
Cuando el partido nacionalsocialista húngaro alcanzó
el poder y comenzó a perseguir a los judíos, las Religiosas
de la Asistencia dieron refugio a muchos. Por su parte, sor Sara, con grandes
sacrificios y poniendo en peligro su vida, les brindó alojamiento
en las casas que había fundado para las trabajadoras.
Durante una redada en Budapest, los soldados la detuvieron y
la condujeron hasta un muelle a orillas del Danubio. Allí, mientras
se hacía la señal de la cruz, la fusilaron, juntamente con
la catequista Vilma Bernoviczs y las personas que había escondido
en su casa. Era el 27 de diciembre de 1944; después arrojaron su cuerpo
al río. En 1996 la archidiócesis de Esztergom-Budapest inició
su proceso de beatificación y canonización.