SERGIO II
844-847 d.C.
Dos partidos
intervinieron en la elección de Sergio: el popular, cuyo candidato
era el diácono Juan, y el de los nobles, a favor del futuro Papa,
que fue el quinto Pontífice perteneciente a la familia Colonna. La
simonía cobró aspectos inquietantes. El hermano de Sergio (cuya
mala conducta parecía destinarle hacia una carrera distinta) fue nombrado
nada menos que obispo.
En agosto de 846 los sarracenos desembarcaron en Ostia y saquearon
las Basílicas de San Pedro y San Pablo. Un ejército imperial
fue derrotado por los infieles bajo las murallas de Gaeta, al sur de Roma.
Tanto el pueblo como el emperador vieron en esto un signo de la ira divina.
El emperador y su hijo, el rey de Italia, ungido por Sergio, tomaron medidas
con el fin de reformar las costumbres del clero. Poca gente lloró
la muerte del Papa.